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Trabajo

Niki de Saint Phalle

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Retrato de Niki de Saint Phalle por el fotógrafo Erling Mandelmann en 1964.
Nacimiento 29 de octubre de 1930
Neuilly-sur-Seine, Altos del Sena, Francia
Fallecimiento 21 de mayo de 2002
(71 años)
San Diego, California, Estados Unidos
Nacionalidad Bandera de Francia Francesa
Área Pintura, escultura, cine
Premios Praemium Imperiale

Catherine Marie-Agnes Fal de Saint Phalle, más conocida como Niki de Saint Phalle (Neuilly-sur-Seine, Altos del Sena, 29 de octubre de 1930San Diego, California, 21 de mayo de 2002)[1] fue una escultora, pintora y cineasta francesa. Fue mujer del también escultor y pintor Jean Tinguely.

Biografía:

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Catherine Marie-Agnes Fal de Saint Phalle nació en Neuilly-sur-Seine, París. Hija de Jeanne Jacqueline (antes Jeanne Harper) y de Andre Marie-Fal de Saint Phalle.

La familia se trasladó desde Francia a Estados Unidos en 1933. Durante el transcurso de su adolescencia, fue modelo.

Participó alrededor de 1962 en la exposición «El arte del montaje» en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En 1964 comienza a realizar una serie de obras titulada «Nanas», que constaba de figuras femeninas de formas voluptuosas y vivos coloridos. Fue en 1966 cuando realiza la escultura de cuerpo de mujer más grande de la historia del arte, que también formaba parte de la serie «Nanas» y cuyo título fue «Hon» («Ella» en sueco). Fue instalada en la Moderna Musset de Estocolmo, bajo secreto ya que suponía un acto bastante revolucionario teniendo en cuenta la época en la que la realizó, así que a los pocos días de abrirla al público, clausuraron la exposición. Se entraba al interior de la escultura a través de la vagina, dentro del cuerpo había una serie de instancias con curiosidades que entretenían al público, y más adelante una escalera por donde se subía a la tripa de escultura, y desde donde se veía todo. La escultura estaba decorada exteriormente por vivos colores, al típico estilo de la autora. En 1979 empieza a construir un parque de esculturas, «El jardín del tarot» en español, situado cerca de Florencia, Italia. En 1982 lleva a cabo, junto a su marido Jean Tinguely la «Fontaine Stravinsky» o Fuente de los autómatas, situada junto al Centro Pompidou en París.

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http://es.wikipedia.org/wiki/Niki_de_Saint_Phalle

Renacimiento

1)

Arte:

Generalidades sobre el arte y movimiento cultural denominado Renacimiento.Sin título 2

El Renacimiento es el movimiento cultural y artístico iniciado en Italia en el siglo XV que dirige sus ojos al clasicismo romano y al hombre como centro de las cosas, superada la tradición teocéntrica medieval.

No es de extrañar que sea en Italia donde se produce tal proceso pues el impresionante legado del viejo imperio romano estuvo presente incluso en plena época medieval y el mundo italiano nunca se llegó a desapegar del todo, como demuestra, incluso, su arte románico peculiar.

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El trasvase de la cultura y arte del Renacimiento al resto de Europa fue lento y desigual y para lo que centra nuestro interés, el arte en España, podemos decir que sus primeras manifestaciones comienzan en la penúltima década del siglo XV y se finaliza en los primeros años del siglo XVII.

Desde esta sección del portal Arteguias podra acceder a información y artículos relacionados con la arquitectura, escultura y pintura española del siglo XVI.

En el apartado de arquitectura renacentista se pondrá especial atención a dos subestilos o modalidades tan castizas como el plateresco y el estilo herreriano. En la página de escultura se dividen los artistas en los tres tercios de la centuria pues se trata de un arte en constante evolución. Trataremos escultores tan significativos como Vasco de la Zarza, Diego de Siloe, Juan de Juni, Alonso Berruguete, la familia Leoni, etc.

En lo concerniente a la pintura renacentista del siglo XVI hay que tratar a Juan de Juanes, Alonso y Pedro Berruguete, Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz, Luis de Morales «El Divino» pero muy especialmente el sublime y espiritual genio del manierismo «El Greco».

http://www.arteguias.com/renacimiento.htm

Ciencias:

La ciencia durante el Renacimiento

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En la Europa de fines del siglo XIV comenzó un período que duró cerca de 200 años, llamado Renacimiento. Es esa época mucha gente empezó a re descubrir las artes y los estudios de la Antigua Grecia y Roma y a desarrollar nuevas ideas acerca del mundo que les rodeaba. Comenzaron a mirar las cosas más críticamente y la observación y la experimentación en todas las áreas se tornaron más importantes. Desafiaron también las enseñanzas aristotélicas, combinadas con la filosofía cristiana.
Además del arte, vinculado al desarrollo del Antropocentrismo, también la ciencia tendrá un despegue espectacular. Aquí trataremos especialmente la obra de uno de los más reconocidos científicos, Galileo Galilei.

El seguidor de Copérnico

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Galileo Galilei (1564-1642) nació en Pisa, Italia, hijo de un compositor. Jugó un papel vital en la aceptación de la doctrina de Copérnico, sobre la tierra girando alrededor de un Sol estacionario. Fue un pionero en el acercamiento experimental a la ciencia que desarrollaba en ese momento y también un gran maestro.

A los 17 años se inscribió como estudiante de medicina en la Universidad de Pisa. Mientras atendía un servicio en la Catedral notó que las arañas se balanceaban por el viento y usó el impulso para tomar el tiempo de sus movimientos. Notó que aunque sus amplitudes disminuían lentamente, siempre les llevaba la misma cantidad de tiempo. Esto le hizo sugerir que los péndulos podían usarse para medir el tiempo. Esa fue la base para el primer reloj mecánico.
Galileo dejó Pisa para continuar sus trabajos en mecánica y matemática pero luego volvió como profesor de matemática. En esos momentos los resultados de sus experimentos proveyeron suficientes evidencias para contradecir las teorías sobre cómo estaba organizado el universo.

«¡Y sin embargo se mueve!»

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Al conocer sobre la invención, del telescopio en Holanda, Galileo diseñó y construyó, él mismo algunos modelos más poderosos. 1610 publicó sus observaciones sobre las estrellas y los planetas en «Mensajero de las estrellas», un libro que tuvo mucha popularidad e influencia. En él describía las montañas de la Luna y las manchas oscuras que se movían ocasionalmente sobre la faz del sol. También mostró que algunos planetas, como Júpiter, tenía sus propios y pequeños planetas orbitándolos. El trabajo de Galileo demostró la importancia del uso del telescopio. Pero lo más importante es que confirmó la teoría de Copérnico que la Tierra giraba alrededor del Sol.
En 1632 Galileo publicó su «Dialogo concerniente a los dos Sistemas Principales del Mundo», que reunía todas las observaciones. El trabajo fue visto como una obra maestra en toda Europa. Pero en Italia chocó con las enseñanzas de la Iglesia que sostenía la vieja teoría de la Tierra ubicada en el centro del Sistema Solar.

En 1633 Galileo fue acusado de herejía (sostenimiento de una idea o comportamiento contrario a las enseñanzas de la Iglesia). Se lo envió a la Corte de la Iglesia en Roma (llamada la Inquisición). Al ser encontrado culpable se lo amenazó con torturar salvo que negara públicamente su teoría de que la tierra giraba alrededor del Sol. Siendo ya viejo y frágil, Galileo hizo que la Iglesia ordenara que se retirara al campo por el resto de su vida (una especie de prisión domiciliaria). Pero se dice que al abandonar la Corte murmuró ¡Y sin embargo se mueve! en demostración de que continuaba creyendo en sus teorías.

Texto elaborado gracias al aporte de: «El libro de los científicos. Desde Arquímedes a Einstein». Ed. LUMEN, Bs. As. 1992.

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El sol en la época de Galileo

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A lo largo de los siglos se habían realizado observaciones ocasionales de las manchas solares, pero sólo con la invención del telescopio se emprendería su investigación sistemática. Unos años antes, todavía sin telescopio, Kepler había encontrado una manera de ver el Sol y las manchas sin sufrir las consecuencias de su brillo. En la primavera de 1611, Galileo realizaría el detallado estudio telescópico de las manchas en que se cimentaría buena parte de su fama. Se pondría en marcha inmediatamente un esfuerzo cooperativo internacional que permitió objetivar la observación de las manchas.  Si te interesa profundizar en dicho tema te recomiendo leer: La investigación del Sol en la época de Galileo por Horst Bredekamp (pdf, 8 páginas). Artículo publicado en la revista Investigación y Ciencia n°399 (diciembre, 2009).

http://creartehistoria.blogspot.com.es/2010/05/la-ciencia-durante-el-renacimiento.html

Historia:

Renacimiento: Origen y desarrollo

A modo de introducción y resumen

Se denomina Renacimiento al fenómeno cultural iniciado en la Edad Moderna que retoma los principios de la antigüedad clásica pero actualizándola, sin renunciar a la tradición cristiana sustituyendo la omnipresencia de lo religioso por el aumento y afirmación de los valores del mundo y del ser humano.

Todo esto va acompañado de una nueva visión del mundo, de unos cambios sociales y políticos y determinados descubrimientos científicos y geográficos (Copérnico, Galileo, Kepler…). Es muy importante el descubrimiento de la imprenta (Gutenberg), ya que con ella se difunde más fácil y rápidamente la información, así como los conocimientos.

Muchas de las premisas del Renacimiento se vislumbran e iban fraguando ya en tiempos del gótico, en la Edad Media, por lo que el Renacimiento no supone un corte con lo anterior. Es un arte que se aparta de la fe y la religión frente a la razón, lo que se debe a las nuevas ideas de la sociedad del momento.

Hay un gran interés por traducir los textos clásicos que llegan tras la caída de Constantinopla (1453) en manos de los turcos, muchos sabios emigran a Italia aportando sus textos y cultura.

La palabra que define este movimiento es el humanismo, que se caracteriza porque las ideas van centradas en la figura del hombre. Es un paso del teocentrismo medieval al antropocentrismo renacentista.

En cuanto al aspecto artístico, la llegada del Renacimiento supone un cambio de los elementos góticos por los elementos de la cultura grecorromana, buscando las medidas que llevan a la armonía. Se intentan utilizar elementos armónicos que rigen el universo para sus representaciones. Además, se buscan unas relaciones de belleza y armonía a través de las matemáticas. La escultura del ser humano se convierte en un elemento fundamental.

Uno de los cambios más destacados es la aparición de la perspectiva, que consiste en la representación de la tercera dimensión.

Qué fue el Renacimiento

Como ya lo expresamos, se denomina Renacimiento al fenómeno cultural o movimiento de revitalización cultural que surge en Europa Occidental durante el siglo XIV, que se desarrolla en los siglos XV y XVI y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección, explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos pueblos.

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En principio, se aspiró a una renovación en todos los aspectos de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etcétera encaminada a la hechura de un hombre que fuera compendio y resumen de todas las perfecciones físicas e intelectuales. Pero lo más característico de esta época es la separación entre lo cívico y lo religioso.

También se puede afirmar que el Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo, por tanto, más allá de lo puramente artístico como ha querido verse.

La educación empieza a cobrar una importancia primordial y, como las normas medievales no funcionan, se acude a los clásicos de la Antigüedad, quienes actúan como modelos y estímulo. La recopilación de los códices antiguos, el análisis y asimilación del espíritu que animaba a griegos y romanos constituye el movimiento denominado Humanismo.

El término Renacimiento, entonces, simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto antropocentrismo.

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Para muchos autores empieza en 1453 con la conquista turca de Constantinopla. Según otros es un nuevo periodo que surge desde el descubrimiento de la imprenta, e incluso se considera que no se produce hasta que Copérnico descubre el sistema heliocéntrico; pero la fecha tope considerada  como su inicio es 1492, cuando ocurre el descubrimiento de América.

El término Renacimiento deriva de la expresión italiana rinascita, vocablo usado por primera vez por el literato Petrarca.

El Renacimiento es, ante todo, un espíritu que transforma no sólo las artes, sino también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto, como ya dijimos, se ha visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media; sin embargo, la ruptura no se produce de manera violenta.

Durante buena parte del siglo XV se mantienen las formas del arte medieval, iniciándose una convivencia entre los clasicismos, que poco a poco van a ir imponiéndose a los elementos góticos en autores como Brunelleschi o Fra Angelico que ensayan movimientos que posteriormente se van a desarrollar. Esta serie de fenómenos nos dan a entender que hablar de ruptura no es del todo correcto, es quizá más una evolución que nos permite comprender mejor ciertas manifestaciones del siglo XV.

Orígenes del Renacimiento

El Renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia.

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En el transcurso de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras.

La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no sólo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales. Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante.

Las transformaciones culturales del Renacimiento

En cuanto a cultura y modo de vida en el Renacimiento, se puede decir que mientras en la era anterior, que a su vez marca el principio del renacimiento, la gente vivía dentro de grandes propiedades de nobles de la época llamadas feudos y cada uno de estos tenía dentro de sus propiedades todo lo que necesitaba para ser autosuficiente, ahora se cambia este tipo de vida y comenzaron a desarrollarse propiamente lo que son las ciudades y las villas o poblaciones, pasando poco a poco el dominio de la comunidad a los comerciantes y fabricantes de todo tipo de bienes (tanto de necesidad como suntuarios) y que la gente, ya fuese noble o plebeya, requería o deseaba poseer.

En el Renacimiento cabe destacar también el desarrollo de la arquitectura, así como la creación de grandes obras de la literatura universal como «La Divina Comedia», de Dante Alighieri; obras también surgieron de Francisco Petrarca y Juan Boccaccio y muchos otros literatos.

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Que el origen del Renacimiento sea italiano es porque Italia es fundamental por su pasado histórico que ahora se quiere recuperar e impulsar. Además hay otro factor relevante y es que en Italia nunca hubo un arraigo total y fuerte de lo medieval como ocurrió en el resto de Europa, precisamente porque aún estaba latente el espíritu clásico.

Las Cruzadas habían intensificado el tráfico comercial entre Oriente y Occidente, enriqueciendo especialmente a las ciudades italianas Venecia, Génova, Pisa y Florencia. Dentro de sus muros y al amparo de sus escuadras, un grupo de banqueros, comerciantes, industriales y artesanos consiguieron la seguridad y la libertad para el despliegue de sus capacidades personales.

Estos burgueses aprendieron, mediante la experiencia personal y colectiva, que el éxito de sus empresas económicas dependía de la capacidad para calcular y anticiparse a las circunstancias mediante decisiones oportunas. Su posición individual en la sociedad no dependía del nacimiento ni del arbitrio del señor ni de la voluntad divina, sino de sí mismos.

Políticamente, Italia se organizó en torno a ciudades-estado que obtuvieron un gran auge artístico y político encabezadas por Florencia.

En el Renacimiento, entonces, la historia de Italia es la de sus cinco estados principales: Florencia, Milán, Nápoles, Venecia y el Papado. Las constantes luchas por ampliar las fronteras hicieron posible la creación de un nuevo grupo social: los Condottieri, que  eran personajes especializados en la guerra, grandes estrategos que estaban generalmente al mando de una compañía, aunque, en última instancia, su suerte la decidían el poder, las necesidades, los objetivos y los recursos del príncipe o Estado al que servían.

Las guerras entre los estados italianos se hacían mediante contratos, por tanto, a través de los condottieri, durante casi dos siglos. Esta tradición seudo-mercenaria se hizo presente en Europa desde el siglo XIII, gracias en parte al desarrollo económico de las ciudades, el crecimiento demográfico y la tradición de las Cruzadas, haciendo posible que parte de la clase de terratenientes se aúnen para producir un gran excedente de grupos armados fuertemente cualificados.

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Desde finales del siglo XV los condottieri fueron personajes para los que la guerra era una empresa esporádica más que una actividad permanente; la clave de este sistema se basaba en la condotta, contrato en el que se especificaban las condiciones de los servicios prestados por el capitán y sus soldados y su retribución por ellos.

Este tipo de contrato se utilizó en otros ámbitos, gracias al nacimiento de una fuerte burguesía próspera que buscaba su propio beneficio. Nace ahora la clientela, debido a que la economía se va liberando y van tomando autonomía los pequeños comerciantes y banqueros que, con su mecenazgo, van a impulsar relaciones comerciales a nivel nacional e internacional.

Pero este movimiento de capital no estaba controlado por un Estado fuerte que promoviera dichas iniciativas, sino que generalmente funcionaban como empresas privadas, gestionadas a menudo sobre una base familiar, subordinándose a la iniciativa de un linaje o clase social acomodada. Generalmente se trataba de aristócratas que no eran miembros de la nobleza ni pretendían serlo, y, sin embargo, eran reconocidos como personajes de alto prestigio en la sociedad renacentista. Se mantenían al margen de la corte, valiéndose de la situación de que el príncipe o monarca no conocían los mecanismos financieros, abriéndose para ellos un campo extraordinario de oportunidades como operadores económicos o intermediarios entre ellos financiando algunos de los gastos extraordinarios de la corte. Pero aun sin pertenecer a la clase nobiliaria y eclesiástica, gracias a su capital rivalizaron con ellos.

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Ya hemos dicho antes que el Renacimiento surgió en Italia, pero, además, el Renacimiento del siglo XV se da sólo en este país. Se puede decir que en Francia, España y Alemania hacia 1450 a 1500 ya se conoce este movimiento, pero no se desarrolla plenamente hasta el siglo XVI.

El renacer de Italia estuvo ligado a la idea de la recuperación de la grandeza de Roma, que tras la caída del Imperio Romano, y un periodo de anarquía y confusionismo, desde el quattrocento se trata de romper con esa etapa bárbara para volver a esa idea de grandeza latina. La pérdida de poder de la iglesia hizo que se propagaran las herejías, que a fines del siglo XVI propiciarán la Reforma Protestante.

En esta época el Imperio Bizantino se tambaleaba por los turcos; la economía europea estaba en crisis y las revueltas se propagaban. Esta etapa de crisis afectó al pensamiento: el escolasticismo de la Edad Media cae en un escepticismo radical. Los primeros pensadores cristianos concedían una primacía al espiritualismo sobre lo material, existía una visión providencialista, el poder de los Papas sobrepasaba al de los Príncipes y esto dio lugar a inicios del Renacimiento a enfrentamientos entre ambos poderes.

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Teorías de inicios del Renacimiento proponen que el gobierno es una institución terrenal pero de origen divino. Surgen entonces nuevos pensadores que renuevan la teoría política, exigiendo la separación de poderes: el gobierno es una institución terrenal de invención humana que no tiene nada que ver con la divinidad. Uno de los primeros teóricos en afirmar esta otra teoría fue Dante, que, en su obra De Monarquia defiende la autoridad civil sobre la eclesiástica. Otros tantos pensadores también proponen esta división.

La teoría política de este periodo llega a su apogeo con Nicolás Maquiavelo, pensador que influirá posteriormente en el pensamiento del Barroco. Como secretario de la Cancillería florentina, cumple numerosas misiones al servicio del gobierno de su ciudad. Es un excelente observador y en sus escritos refleja el apasionante mundo político de su época.

Su vida y personalidad se hubiera limitado a la urgente y múltiple actividad diplomática si sus rivales no le hubieran enviado al destierro durante doce años. En el retiro redacta las obras que lo han inmortalizado. En ellas se presenta un conjunto de máximas prácticas, sugeridas por sus observaciones personales y el estudio de la historia romana.

Maquiavelo propone por primera vez la total separación de poderes entre la Iglesia y el Estado, pero incluso fue más allá: en su obra Discursos afirmó que el objetivo de un buen gobernante debía ser el bienestar de su comunidad, por tanto el soberano podía saltarse cualquier cuestión moral, ética o religiosa.

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La polémica estaba servida en los núcleos eclesiásticos, culminando con la Reforma. Todas estas ideas fueron posibles también gracias a los avances científicos de este periodo. La ciencia cobrará un fuerte desarrollo gracias al humanismo y la inquietud intelectual.

El humanismo tiene sus antecedentes en plena Edad Media, en la modernidad del pensamiento de Abelardo, filósofo francés del siglo XII, que propugno una filosofía individualista ensalzando la grandeza humana, en un momento en que domina la idea de Dios sobre lo terrenal.

El término Humanismus fue acuñado en 1808 por el alemán Netharmer, refiriéndose al valor formativo en la educación de los clásicos grecolatinos. El humanista del Renacimiento era por definición un erudito, un hombre culto, enamorado de la antigüedad y preocupado por el estudio de todas las disciplinas en el campo del saber. Se siente atraído por la filosofía de Platón.

El hombre humanista se centra en el estudio de la cultura clásica, en el estudio del hombre como individuo y en su capacidad intelectual para el estudio de todos los campos del saber: ciencia, filosofía, arte… El ideal es un hombre completo, armónicamente desarrollado en lo físico y en lo espiritual que no limita su saber a un campo concreto, sino abierto a lo universal. La plena confianza que se tiene en el hombre da lugar al antropocentrismo.

El intelectualismo de este periodo produjo grandes avances en el mundo de las ciencias, acrecentado por el descubrimiento de la imprenta que ayudó a la difusión del conocimiento por todas las cortes europeas.

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La invención de la imprenta

Aunque los chinos desde el siglo VII eran ya capaces de producir impresos, no sería sino hasta 1447 cuando se conoció la imprenta de caracteres movibles gracias a los esfuerzos de un hombre llamado Johannes Gensfleich (mejor conocido como Gutenberg) . Con él apareció una técnica de imprimir basada en la fundición de caracteres de plomo y estaño.

Se puede decir que esta técnica contribuyó en mucho a la difusión del conocimiento por el ser humano, pues antes elaborar un libro requería de muchísimo trabajo y dedicación, principalmente por parte de los monjes, para realizar una copia manuscrita de cualquier texto para su difusión.

El hombre en el terreno científico trata de profundizar en las aplicaciones y fundamentos de la ciencia; así hay un gran desarrollo de la oftalmología; las cátedras de cirugía y anatomía en las Universidades serán desarrolladas por los médicos que se van dirigiendo cada vez más por el camino práctico como Miguel Servet, quien publicó el Tratado de Terapéutica donde manifiesta ser el descubridor de la circulación pulmonar, dejando la puerta abierta para que posteriormente se descubra la circulación de la sangre.

La astronomía fue uno de los campos más importantes en el progreso científico, que influirá en el cambio de pensamiento de los europeos gracias a la obra de Copérnico De Revolutionibus Orbium Caelestium donde tira por la borda las teorías geocentristas de Ptolomeo, afirmando un sistema heliocéntrico que explica de manera más efectiva los fenómenos astronómicos observados. Se producen también extraordinarios inventos en el campo de la navegación, impulsados por el descubrimiento de América: aparecen el astrolabio y el nocturlabio, la carta náutica o portulano, inventos que facilitaron la navegación y el afán de aventura y conquista de nuevos territorios.

A partir del siglo XVI estos conocimientos comienzan a difundirse por toda Europa.

http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/RenacimientoCausas.htm

Cronología:

Cronología del Renacimiento:

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El problema de los límites y de las particiones temporales del Renacimiento no es ya un problema histórico en sentido estricto, y mucho menos espiritual, sino principalmente mnemónico y didáctico; es decir, práctico. No por esto merece ser puesto aparte y despreciado como cabalismo superfluo. Ante todo, porque tiene una directa conexión con el problema mismo, bastante más importante, de los caracteres esenciales del Renacimiento; según tal determinación, convendría anticipar su principio o retardar su fin. Quien la redujera, por ejemplo, a la mecánica imitación de los autores clásicos, debería nada menos hacer comenzar el Renacimiento en el siglo IX, con el famoso despertar de la edad carolingia; aquel que ve en la actividad triunfante y en la mayor riqueza económica e intelectual de los municipios italianos el origen del movimiento humanístico, se ve obligado a escoger entre el siglo XII o el XIII; aquellos, en cambio, que consideran como la señal fundamental de este desarrollo espiritual la eclosión de un arte representativa y plástica totalmente nueva, en oposición al gótico, dominante también en Italia durante todo el siglo XIV, deberían retardar el comienzo del Renacimiento hasta las primeras décadas del siglo XV. En la elección de estas fechas influyen también, por desgracia, las envidias de las naciones. Aquellos, por ejemplo, que quisieran arrebatar a Italia el orgullo, universalmente reconocido hasta los últimos años, de haber sido la sede natural del primero y de todo Renacimiento, sostienen que este es de origen francés, y por eso se remonta al siglo XII, o insinúan que Italia esperó a la llegada de los sabios bizantinos huidos para ponerse en serio a estudiar a la antigüedad, y por ello que el humanismo, preludio y esplendor de la primera época del Renacimiento, no empieza hasta después de la caída de Constantinopla (1493). No nos entretendremos hoy en la polémica contra estos evidentes errores, ya que a nosostros nos importa solamente proponer una cronología del Renacimiento que responda a estas condiciones:

  1. Tenga en cuenta las opiniones más razonables y difundidas en torno a la esencia del Renacimiento.
  2. Respete principalmente Italia, madre primera y centro máximo del Renacimiento, ya que en otros países más atrasados y lejanos empieza a apenas en el siglo XVI y se prolonga gran parte del XVII.
  3. Esté distinguida en etapas fácilmente recordables, porque estén ligadas a acontecimientos históricos de amplia resonancia ya sean políticos, artísticos, literarios o religiosos, de manera que pueda ser aceptada sin dificultad por los eruditos.

Se trata, pues, de una convención -como son convenciones todos los períodos históricos y cada repartición en épocas y edades-; pero de una convención que podría ayudar, cuando fuera admitida, a un orden más claro y eficaz en los estudios sobre el Renacimiento. Se entiende que ciertos fenómenos o reflejos del Renacimiento se podrán observar antes y después de las fechas elegidas -cualesquiera que sean-; pero basta, para nuestra finalidad, que lo más y mejor que aquel amplio fenómeno histórico quede comprendido dentro de esos límites.

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Quien quiera comprender el Renacimiento y también el llamado prehumanismo italiano, debe remontarse, por fuerza, a los primeros años del siglo XIV. El más famoso y viejo de los prehumanistas, Albertino Mussato, nació verdaderamente en 1261; pero sus obras mayores son precisamente del primeros del siglo XIV, y, como todo el mundo sabe, fue coronado el día de Navidad de 1315. Tal acontecimiento, sin embargo, no nos parece que tenga tanta importancia como para hacer de él el primer acto de una nueva era de la civilización europea. Hay, en cambio, a principios de siglo, una fecha bastante más notable, porque está ligada a dos nombres grandísimos. En 1304 Dante empieza a componer -según una fundada opinión- la Divina Commedia, y en aquel mismo año nace, en Arezzo, aquel que no solo fue el mayor lírico de amor de los tiempos modernos, sino también el primer apasionado y trabajador humanista: Francesco Petrarca. Añádase que en 1303 moría derrotado Bonifacio VIII, el Papa de la Unam Sanctam, y en él moría, por eso, aquella idea de la teocracia universal que había sido uno de los más sublimes sueños de la Edad Media. Nos parece, pues, que el 1304 podría ser adoptado -con las advertencias ya dichas- como fecha simbólica y convencional del inminente Renacimiento.

Por lo que respecta a la fecha final, nos parece que que podría ser el 1564. En 1564, en efecto, muere Miguel Angel, aquel que se eleva como símbolo y síntesis del Renacimiento artístico desde finales del siglo XV a finales del siglo XVI, y con su muerte empieza, en el arte, la edad del barroco, por él mismo anunciada y anticipada. Poco antes, en 1563, se habría cerrado el Concilio de Trento, y en 1564 empieza, por ello, la llamada Contrarreforma, que en algunos aspectos prosiguió, pero en el conjunto contradijo, los espíritus y las formas del Renacimiento. En 1564, en fin, nace Galileo, con el cual comienza aquella que fue llamada nueva ciencia; es decir, el predominio del estudio matemático de la Naturaleza y el fin del humanismo. No se trata, pues, de un año elegido al azar, sino del sincronismo de tres conclusiones y tres comienzos. Dirán acaso que con esta fecha se divide en dos la actividad de algunos grandes epigonos del Renacimiento; por ejemplo, de Tasso (1544-1595), de Palestrina (1524-1594) y del último gran humanista y filólogo italiano de aquella época, Pietro Vettori (1499-1583). Pero hay que hacer notar que Vettori contaba ya sesenta y cinco años en 1564 y había ya cumplido la mayor parte de su trabajo, y que Tasso y Palestrina, ambos fuertemente inspirados por la refloreciente devoción católica, entran mejor en la Contrarreforma que en el Renacimiento. El cual, si las fechas propuestas fueran aceptadas, tendría una duración de doscientos sesenta años: del nacimiento de Petrarca a la muerte de Buonarroti (1304-1564). (Giovani Papini, La imitación del padre)

http://www.mgar.net/var/renacimi2.htm

2)

La Historia de la Arquitectura del Renacimiento, como éste mismo, suele dividirse en dos grandes períodos denominados en italiano por el numeral de los años:1

http://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_del_Renacimiento

3)

Los mecenas eran personas bastante adineradas que patrocinaban a los artistas en la Edad media existieron varios de ellos, que patrocinaron a boticeli, d¨vinci, rafael, Donatelo y otros artistas. En síntesis un mecenas es una persona que ayuda económicamente a otra para que estudie, desarrolle una idea, etc.

Las familias poderosas Sforza y Médicis en Florencia renacentista apoyaban a artistas fuera del círculo oficial, pintores e inventores de talento extraordinario como Da Vinci o Miguel Ángel para consguirles grandes obras con el papado, que generalmente gustaba de trabajos convencionales. Mecenazgo, algo así como los capitalistas de hoy con fines filantrópicos en el arte, ¿viene de las cenas opulentas que ofrecían? No (**)…


Lorenzo «Il Magnífico» de Medicis gobernó Florencia entre 1469 cuando tenía 20 años (muerte del padre Piero quien había amasado 238 mil florines en fortuna) hasta 1492 antes de Colón partir en Palos, un asalariado ganaba 20 florines al año. Muerto Lorenzo, su hijo también Piero condujo a los Médicis al despotismo, fue al destierro por Carlos VIII y el papa Clemente VII puso a Florencia en manos de los Médicis. El «Banco Médicis» poseía filiales en toda Europa («Wall Street» del Renacimiento), eran los banqueros del Vaticano.

La palabra Mecenas es una alusión a Cayo Mecenas, diplomático y escritor romano de linaje etrusco, amigo y consejero de Octavio Augusto, protector de Horacio y Virgilio, ni más ni menos (Enciclopedia Salvat).
En 1993, la Toscana rindió homenaje a Lorenzo di Médicis por sus 400 años y Emiliano Camponesi de la Fac de Medicina en Florencia descubrió, o eso dijo, por qué «Il Magnífico» era un genio del «holding» e impulsó a talentos como Boticelli. ¡Su cerebro pesaba un mil 548 gramos, 200 más que el común de los italianos actuales , cálculo basado en su masa craneana.

Eran antiguamente los que pagaban a los artistas para estos realizaran sus obras artisticas, pintura musica etc… generalmente gente de la realeza, las cortes o grandes jerarcas de la iglesia.

http://losmecenos.blogspot.com.es/

4)

Arquitectura del Renacimiento

Sin título 17

El Renacimiento en España tarda en penetrar desde Italia, especialmente por la fuerza que el gótico final isabelino tiene en nuestras tierras.

De hecho, la primera manifestación de la arquitectura renacentista en España, como es el Palacio de los Duques de Medinaceli de Cogolludo (Guadalajara) muestra una simbiosis de estilos. Por un lado, imita con su estructura arquitectónica los palacios del Quattrocento italiano, incluyendo puerta y aparejo de sillería almohadillada. Sin embargo, la crestería y sus ventanales son todavía claramente tardogóticos.

Fases de la arquitectura del Renacimiento

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En el largo siglo que recorre la arquitectura renacentista en España se sucederán las corrientes estilísticas, en especial el plateresco y, sobre todo, en el tramo final el grave y austero herreriano, que incluso llegará a fundirse con el primer barroco español de comienzos del siglos XVI.

Plateresco

La arquitectura plateresca corresponde a la primera mitad del siglo XVI en el contexto de una arte oficial dominado por la poderosa monarquía de los Reyes Católicos, primero y de Carlos V, después. En él se combinan estructuras arquitectónicas del gótico final flamígero o isabelino con elementos decorativos venidos de Italia, que además incorpora elementos mudéjares.

Las características decorativas del plateresco es la profusión de filigrana de piedra (de ahí su nombre, pues imita el trabajo de los orfebres) a base de medallones en las fachadas, los frontones y enjutas, los entablamentos y basamentos, los grutescos, los festones, las columnas balaustradas, todo ello decorando las fachadas de los edificios que, sin embargo, tienen la típica estructura gótica de pilares fasciculados soportando bóvedas de crucería compleja.

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Una de las construcciones que mejor refleja el momento de fusión de ambos estilos es el Palacio del Infantado en la ciudad de Guadalajara.

Aunque el plateresco castellano es especialmente abundante en ciudades como Toledo, Valladolid o Salamanca, etc., es en esta última donde encontramos algunas de las obras más interesantes, debido a su gran calidad plástica y finura, hecho al que no es ajena la buena calidad de la piedra caliza salmantina.

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Sobresale especialmente la archiconocida fachada de la Universidad, de autor desconocido, constituida como un paño decorativo, independiente del edificio, donde los temas decorativos, de flores, medallones, escudos y grutescos, ofrecen un inusitado ritmo.

Otro edificio religioso de estilo renacentista plateresco es el monumental Convento de San Esteban, obra de Juan de Álava. cuya fachada, interpretada como un gran paño decorativo, tiene una portada de grandes dimensiones rodeada de escultura.

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No olvidamos citar la fachada de la catedral nueva y, en el contexto del plateresco civil, la curiosa Casa de las Conchas.

Estilo herreriano

El estilo hereriano es consecuencia de la situación social, religiosa y política de España durante la segunda mitad del siglo XVI.

Y es que, a partir del reinado de Felipe II, la corriente de austeridad católica impregna la sociedad española de la Contrarreforma alcanza también al arte y a la arquitectura.

El ejemplo más destacado, sin duda, de este periodo es el Monasterio del Escorial (1563-1584) donde se reúne monasterio, iglesia, palacio y panteón real.

Es un edificio derivado de fuentes italianas, pero de gran sobriedad y desornamentación, lo que unido a su colosal tamaño, le confiere una solemnidad aplastante.

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Juan Bautista de Toledo inicia las obras. A él se deben la planta general del edificio, la fachada meridional y el patio de los Evangelistas.

Le sucedió, como arquitecto general principal, el italiano Giovanni Battista Castello «el Bergamasco», que construyó la gran escalera a la imperial del interior, la primera de este tipo en Europa.

Juan de Herrera (que dá nombre al estilo herreriano) dirigió la obra desde 1572 hasta el final, y le imprimió su sello característico. Este arquitecto, estudioso de las teorías del romano Vitrubio, va a influir decisivamente en la arquitectura española del último cuarto de siglo y en el siglo XVII. Tal es su transcendencia que a esta corriente de la arquitectura del renacimiento en España se le ha dado un nombre propio: Arquitectura Herreriana.

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Otras obras de Herrera serán la Lonja de Sevilla y la catedral de Valladolid.

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http://www.arteguias.com/arquitecturarenacimiento.htm

5)

En 1418, Brunelleschi gana un concurso convocado para la terminación de la catedral de Florencia, a la cual le faltaba por construir la cúpula. El primer problema con el que se tiene que enfrentar el arquitecto es el reto de trabajar en un edificio prácticamente terminado en un estilo anterior, el gótico. Brunelleschi con su solución consigue una integración del edificio anterior con la nueva estructura, al mismo tiempo plantea algo completamente novedoso.

Pero la construcción de la cúpula suponía ante todo un problema técnico: no era fácil cubrir un espacio de más de cuarenta metros de diámetro. El libro de Vasari nos cuenta multitud de anécdotas sobre los problemas de la construcción de la cúpula, desde los viajes de Brunelleschi a Roma para estudiar el problema hasta una reunión de arquitectos llegados de toda Italia para proponer una solución o la imposición de una serie de colaboraciones con viejos maestros. Realmente no es hasta 1423 cuando Brunelleschi es nombrado inventore e governatore della cuppole maggiore, momento a partir del cual puede desarrollar su plan con independencia.

Hasta no hace mucho tiempo, se había aceptado sin discusión la tradición recogida por Vasari, según la cual Brunelleschi buscó la solución en las antiguas cúpulas romanas, encontrando, en uno de sus viajes para el estudio de las ruinas, el secreto del sistema de los antiguos. Como modelo de la cúpula de Florencia se citaba la cubrición del Panteón de Roma. Sin embargo, la semejanza entre ambas cúpulas estriba sólo en sus dimensiones, ambas tienen casi el mismo diámetro. En el Panteón, su cúpula se apoya sobre los enormes muros cilíndricos en los que se encuentra medio empotrada, mientras que la cúpula de Florencia se tenía que levantar en medio de una iglesia y Brunelleschi la sitúa en un tambor octogonal, dejándola completamente al aire. La construcción también es distinta. La cúpula del Panteón de Roma es un macizo de hormigón y ladrillo, mientras que la de Florencia va a subdividir su peso con una cúpula interior más baja y semiesférica y una cúpula externa de arcos apuntados que reparte los empujes de la interior. Esta combinación permite contrarrestar los empujes horizontales de la bóveda interior, con el peso, en sentido contrario de la cúpula exterior. El modelo inspirador de este sistema es la arquitectura medieval, las cúpulas románicas cistercienses, siendo esféricas, se encontraban dentro del cimborrio, torre cuadrada u octogonal que por medio de su peso actuaba como fuerza vertical, contrarrestando el empuje horizontal de la bóveda. Pero Brunelleschi va más allá, reune las dos cúpulas en los ángulos por medio de cestillas y cincha la cúpula interior con grandes anillos de madera que se unían entre sí con vigas de hierro. Lo que más asombro causó en el momento de su construcción fue el que no se utilizó el sistema de cimbras, sólo se usó un castillo de madera para que pudieran trabajar los operarios, mientras que la cúpula se cerraba a medida que iba subiendo.

Al valor de su magnitud y su sistema técnico se une el de su belleza y su elegancia caracterizando el perfil de Florencia. La cúpula no sólo coordina, unifica y centraliza el espacio total del edificio, sino que repercute sobre todo el espacio urbano. Con sus ligeras curvas y su altura, se une al horizonte natural de las colinas que rodean Florencia convirtiéndose, no sólo en el exponente del orgullo ciudadano, sino en el símbolo de la ciudad estado y su territorio.

Brunelleschi, por su obra, recibió la unánime admiración de todos los intelectuales florentinos de su tiempo, admiración que le han seguido dispensado las generaciones sucesivas. Es indudable que para realizar esta obra tuvo que desarrollar una constancia y una disciplina de estudio, por la que consigue conjugar de una forma genial su saber sobre las antigüedades romanas, los cimborrios medievales y las cúpulas bizantinas, produciendo una obra original en todos los sentidos.

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=brunelleschi-filippo

6)

Arquitectura religiosa: el templo.
Los nuevos elementos arquitectónicos y, en especial, la cúpula, plantean problemas fundamentales que afectan a la traza general del edificio. Se busca un tipo de templo que aúne la utilización de los elementos clásicos y las necesidades derivadas del culto y la liturgia cristiana. Era preciso compaginar la grandiosidad de los edificios clásicos y el carácter aéreo de la arquitectura gótica; pues si la primera imponía por su solidez, la segunda se distinguía por la luminosidad de sus interiores. Si los arquitectos góticos lograron, o buscaron, desmaterializar el cuerpo del edificio y borrar los límites espaciales, el arquitecto renacentista se inspirará en las formas geométricas básicas, que ya se encontraban en los edificios clásicos. El círculo y el cuadrado, el cubo y la esfera, el cilindro, son las formas más adecuadas, gracias a su perfecta regularidad y racionalidad. La dinámica lineal y ascendente del gótico será desplazada por la lógica claridad del clasicismo.

Dos tipos de templo se consolidan:
· El
modelo de planta basilical, inspirado en la basílica paleocristiana.
· El
modelo de planta centralizada, inspirado en el Panteón de Roma y en los modelos bizantinos.
· El deseo de fundir ambos modelos conduce al prototipo ideado por Alberti en San Andrés de Mantua, de iglesia de
planta basilical de una nave con capillas laterales y crucero con cúpula, en la que la gradación lumínica está perfectamente lograda al concentrarse la luz en el crucero y el presbiterio.

http://tom-historiadelarte.blogspot.com.es/2007/02/la-arquitectura-del-renacimiento.html

7)

La Basílica de San Pedro del Vaticano se levanta sobre la tumba del Apóstol, ubicada en una necrópolis del siglo I. La primera basílica vaticana fue construida por Constantino en el siglo IV, y estuvo en pie durante más de 1.000 años, hasta que los Papas del Renacimiento la derribaron para poder levantar una nueva basílica sobre la tumba de San Pedro.

Sus dimensiones eran tan gigantescas que la empresa parecía irrealizable, y estuvo a punto de sucumbir. Las obras duraron 160 años y en ellas trabajaron artistas de primer orden. La fachada de Maderno, la cúpula de Miguel Ángel, o la Plaza de Bernini son únicas en el mundo… pero la primera vez que uno penetra en el interior de la basílica recibe una impresión casi sobrecogedora.

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Hay quienes recomiendan dejar la visita a San Pedro para el último día, porque después de estar aquí todo lo que se visita a continuación parece pequeño y pobre. Otros piensan justo al revés: primero lo más importante, por si acaso. Recogiendo las dos argumentaciones, nosotros aconsejamos realizar la visita a mitad de estancia.

La entrada a la basílica es gratis, y suele haber colas de acceso, pues hay que pasar previamente por los detectores de metales.

Puntos de interés en la Basílica de San Pedro

Aquí tienes los principales puntos de interés en el interior de la basílica. Se señalan también los puntos de acceso a otras visitas dentro del Vaticano.

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  1. Estatua ecuestre de Constantino* (Bernini)
  2. Puertas de bronce** (Filarete, s.XV). Estaban ya en la antigua basílica
  3. La Piedad***. Una absoluta obra maestra, realizada por Miguel Ángel con 23-25 años
  4. Disco de pórfido donde se arrodilló Carlomagno (año 800) al ser coronado emperador
  5. Longitud de las principales iglesias del mundo, señalada en el pavimento. La de San Pedro, con 186 m., es la mayor
  6. Estatua de bronce de San Pedro***, conocida como El Pescador. De origen incierto, probablemente obra de Arnolfo di Cambio, s.XIII
  7. Baldaquino de bronce*** (Bernini)
  8. Tumba de San Pedro***
  9. Interior de la cúpula***. Está decorada con mosaicos, como toda la basílica, aunque parezcan frescos.
  10. Pilares de las reliquias: Longinos* (Bernini), con la lanza; San Andrés con la cruz en aspa; Santa Elena con la cruz y La Verónica con el velo en las manos
  11. Monumento de Clemente XIII*** (Cánova). La zona suele estar cerrada y sólo se ve de lejos
  12. La Cátedra de San Pedro***
  13. Monumento de Pablo III Farnese*** (Guglielmo della Porta, discípulo de Miguel Ángel). Uno de los mejores monumentos de la basílica. Habitualmente sólo se puede contemplar de lejos
  14. Monumento de Urbano VIII*** (Bernini). Rivaliza en calidad con el de Pablo III
  15. Monumento de Alejandro VII* (Bernini, siendo ya anciano)
  16. Entrada al Museo del Tesoro
  17. Monumento de Inocencio VIII** (Pollaiolo, s.XV). Un monumento extraordinario. Por desgracia, está muy elevado y no se aprecia bien.

Puntos de interés en la Plaza de San Pedro

Aquí tienes los principales puntos de interés de la Plaza de San Pedro, y algunos lugares de acceso que podrían serte útiles:

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  1. Obelisco Vaticano, procedente del Circo de Nerón
  2. Punto de alineación de las columnas
  3. Pasetto que enlaza con el Castillo de Sant’Angelo
  4. Ventanas de las habitaciones del Papa
  5. Controles de la entrada a la Basílica
  6. Portone di bronzo
  7. Capilla Sixtina, con la chimenea de la fumata de los cónclaves
  8. Distintos servicios vaticanos: Posta Vaticana, punto de información, primeros auxilios, baños y Librería Vaticana
  9. Entrada hacia el Aula Pablo VI (audiencias) y Necrópolis Vaticana
  10. Aula Nervi o Pablo VI

http://www.audioguiaroma.com/san-pedro-vaticano.php

8)

a)

Arquitectura del Quattrocento

El retorno a las formas clásicas características del arte renacentista se dejará sentir en la arquitectura del momento en toda la serie de motivos decorativos provenientes de la Antigüedad, tales como guirnaldas, grutescos, capiteles corintios, etc. Sin embargo la principal novedad no radicará tanto en la forma como en el diseño estructural; el cambio apreciable a lo largo del paso de la Edad Media a la Edad Moderna concretado en la sustitución del pensamiento religioso por el espíritu crítico y empirista tendrá consecuencias en la forma de percibir el espacio y el tiempo (la cual repercutirá a su vez en la arquitectura del momento).

Frente a la verticalidad propia de las catedrales góticas (símbolo del intento de unión del hombre con Dios), en el Renacimiento será la tendente horizontal la gran protagonista, junto con la perspectiva, que concreta la mirada en un punto de fuga, y la proporcionalidad entre las partes. Además, se plantean ahora planes centrales en la construcción, no sólo por la influencia de la herencia clásica sino también porque son mucho más adecuados a la «medida» de la percepción humana que los longitudinales.

Los espacios interiores se diseñan para que el hombre pueda abarcarlos de un golpe de vista, rompiendo con la tradición fragmentaria y secuencial de la Edad Media (el arte medieval necesitaba de varios «tiempos» para poder ser apreciado en su totalidad, frente a lo que sucede con el renacentista, en el que se intenta que toda la composición puede ser entendida de una vez). Éstos van a ser unitarios, ligeros y diáfanos, además de que, en la búsqueda de la coherencia estructural, se recurrirá al uso de las matemáticas a la hora de proyectar el edificio.
Junto con esto, la aparición de una clase media profana con influencia y dinero va a favorecer el desarrollo de la arquitectura civil, dando como resultado la realización de bellos ejemplos de palacio, desligándose así la casi totalidad de la arquitectura del poder religioso.

Principales arquitectos del momento van a ser Filippo Brunelleschi (artífice de la audaz y grandiosa cúpula de la Catedral de Florencia, la Capilla Pazzi o el famosísimo Palacio Pitti), Michelozzo (autor del Palacio Médicis-Riccardi), Leo Battista Alberti o Giuliano da Sangallo.

http://www.arteespana.com/quattrocentoitaliano.htm

b)

https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=KEUpoLPgzU8

Comentario

El Palacio de los Medici en Florencia, construido en 1444 por Michelozzo, se convirtió en el prototipo del palacio florentino. Su planta es casi simétrica, con un patio interior porticado como espacio central que actúa de distribuidor de las diferentes estancias. Tiene tres pisos, estando la planta baja de la fachada articulada con un almohadillado inspirado en el Palazzo Vecchio. En los pisos superiores decrece el aspecto rústico, rematándose con una espléndida cornisa.
Entre los años 1489 y 1507 Benedato da Maiano levanta el Palacio Strozzi, tomando como modelo el palacio Medicci, también con tres pisos, almohadillado decreciente y amplia cornisa en voladizo, creando un espectacular juego de luces y sombras.
Hacia 1456 inicia Alberti el Palacio Rucellai en cuya fachada las verticales de los tres pisos quedan marcadas por las pilastras de órdenes clásicos. La alternancia vano-muro-pilastra marca un ritmo perfectamente armónico. Al igual que el Strozzi y el Medici, este palacio también se remata con una cornisa.
En Roma, un discípulo de Alberti construye hacia 1485 el palacio de la Chancillería, con una fachada de clara inspiración florentina, diferenciándose del Palacio Rucellai en la ausencia de pilastras empotradas en la planta baja y los anchos espacios que separan sus ventanas.

http://www.artehistoria.com/v2/videos/752.htm

9)

Escultura del Renacimiento

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La escultura del Renacimiento en España tiene una clara influencia italianizante, a la que no son ajenas al relación entre Aragón e Italia.

A pesar de su marcado clasicismo, la gran influencia católica española hace que los temas mitológicos sean superados por los religiosos y los funerarios, desapareciendo casi por completo el desnudo.

Se trata de una escultura de hondo sentido religioso y de gran emotividad.

Presenta gran originalidad por los materiales empleados. Tal es el caso de la escultura hecha en madera policromada con la técnica del estofado, técnica empleada de manera casi sistemática en los retablos.

Primera Etapa de la Escultura del Renacimiento en España (Primer tercio del siglo XVI)

En esta primera fase hay escultores italianos y algunos españoles.

A principios del siglo XVI, son destacables los escultores Domenico Fancelli autor de la tumba de los Reyes Católicos en la catedral de Granada y el sepulcro del Infante Don Juan en Santo Tomás, de Ávila.

También son destacables los escultores Pietro Torrigiano y Vigarny, autor este último del Retablo de la Catedral de Granada, en madera policromada.

Hay que citar a Vasco de la Zarza, creador del sepulcro del obispo Alonso de Madrigal, «el Tostado» de la catedral de Ávila.

Más apegadas al mundo gótico anterior son las obras de Bartolomé Ordóñez (Sepulcro de Juana La Loca y Felipe el Hermoso en la Catedral de Granada) y Diego de Siloé, especialista en altares y sepulcros.

Segunda Etapa de la Escultura del Renacimiento en España (Segundo tercio del siglo XVI)

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En el segundo tercio del siglo XVI, los resabios góticos en la escultura del Renacimiento en España desaparecen para alcanzar el clasicismo pleno, incluso alcanzando una fase ya manierista del estilo. El principal centro artístico es Valladolid..

Las figuras más destacadas son Alonso de Berruguete y Juan de Juni.

El primero fue hijo del pintor Pedro Berruguete y se formó en Italia por lo que en su obra se aprecia influencia de Donatello y Miguel Ángel, pero creando un estilo propio con acusado alargamiento de las figuras, expresión de angustia y posiciones inestables.

Algunas de sus mejores obras de Alonso Berruguete son el retablo de la Mejorada de Olmedo, los retablos de las iglesias de Santiago y San Benito en Valladolid, la sillería de coro de la Catedral de Toledo y el sepulcro del Cardenal Tavera en Toledo.

Por su parte, Juan de Juni, se ve influido por Jacopo della Quercia y Miguel Ángel. Fue el autor de obras como el Santo Entierro (retablo de la catedral de Segovia) y la figura orante de San Segundo en Ávila.

Tercera Etapa (Último tercio del siglo XVI)

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Por último, en el último tercio del siglo, aparecen las últimas figuras de la escultura del Renacimiento en España, como son Gaspar Becerra (Retablo de la catedral de Astorga.) y León Leoni y Pompeyo Leoni, grandes retratistas y autores de diversas estatuas de bronce de El Escorial.

http://www.arteguias.com/esculturarenacimiento.htm

10)

Biografía y obra de Miguel Ángel Buonarroti

Introducción a uno de los genios del Renacimiento italiano: Miguel Ángel Buonarroti (1475 -1564)

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Arquitecto, pintor y, ante todo, escultor, Miguel Ángel es el máximo exponente de la larga lista de ingenios individuales que el Renacimiento italiano alumbrará. Asimilable en sus inicios a la corriente del Cinquecento, en su magnífica obra es apreciable, casi desde los comienzos de la misma, una potente manifestación de los sentimientos que derivará en monumentales y poderosas figuras por completo manieristas (no sin motivo, se acuñará el gráfico término «terribilitá» para describirlas).

Vida y obra de Miguel Ángel Buonarroti

En Caprese, provincia de Arezzo, nace Miguel Ángel en el año de 1475, en el seno de una familia noble: los Buonarroti. Ya desde pequeño su vocación queda manifiesta, tomando su padre finalmente la decisión de enviarlo a formarse al taller del pintor Domenico Ghirlandaio. Sin embargo, y a pesar de que con dicho maestro su aprendizaje en el campo del dibujo es indiscutible, será en la escuela creada por los Médici en el Jardín de San Marcos donde Miguel Ángel se revele realmente como el gran escultor que llegará a ser.

Es en este ambiente donde va a entrar en contacto por primera vez con el conocimiento de obras legadas por la Antigüedad clásica, resultando éste un factor decisivo en su producción posterior. Pronto despuntará entre sus coetáneos, llamando la atención de Lorenzo de Médici, quien desde este momento y hasta su muerte se convertirá en mecenas y admirador del genio miguelangelesco. De esta etapa inicial datan diversos encargos que algunos amigos realizarían al artista, además de lo que habrían sido sus «falsificaciones artísticas».

Es a la muerte de su protector cuando Miguel Ángel inicia verdaderamente su trayectoria profesional, surcada por diversos viajes e importantes encargos. Tras una estancia en Bolonia en 1494, donde dejará esculpido un ángel para Santo Domingo de Guzmán y descubrirá el trabajo de Jacobo Della Quercia, regresa nuevamente a Florencia por un breve lapso de tiempo antes de iniciar su primer viaje a Roma. En dicha ciudad, donde permanece en esta ocasión entre los años de 1496 y 1501, va a realizar su famosísima, delicada y perfecta Piedad del Vaticano (obra de la que el artista, ya en vida, se sentía especialmente orgulloso, como demuestra el hecho de que la reconociera con su firma, circunstancia única en su producción).

De vuelta en Florencia, Miguel Ángel realizará una serie de obras «menores» (caso de los tondos ejecutados para Tadeo Taddei y Bartolomeo Pitti o el San Mateo para Santa Maria dei Fiore), siendo lo más destacable de entre las piezas que va a llevar a cabo en este periodo su monumental estatua del David (1502-1504), obra cumbre de todo el arte imitativo de la Antigüedad por lo que de perfección en la ejecución, belleza en la forma y originalidad en la manera de abordar la tipología posee.

Pero Miguel Ángel no es tan sólo escultor (aunque así lo habría deseado el artista en vida), acometiendo, por estas fechas asimismo, el encargo realizado por Piero Soderini de decorar con un episodio de la guerra de Pisa parte de la Sala Grande del Consejo de Florencia, en la que ya estaba trabajando Leonardo da Vinci. El cartón de esta obra, maestro de un sinnúmero de posteriores artistas, mostraría ya la tendencia a la dramatización y tensión de los cuerpos que posteriormente se apreciará en su obra pictórica cumbre, la Capilla Sixtina.

Tal era la admiración que entre sus coetáneos levantaba Miguel Ángel que el propio Papa Julio II le convertirá en el responsable de un proyecto de una envergadura colosal, su tumba, encargo que a la postre tan sólo generará disgustos y frustración al artista. La muerte del Papa, el desinterés de sus sucesores en la finalización del mausoleo, la escasez de fondos para llevar a cabo el diseño original o la propia dispersión a la que sometía Julio II a Miguel Ángel con la encomienda de diversos encargos solapados, dieron como resultado que la ejecución de la obra se alargara durante décadas (1505-1550), llegando a finalizarse tan sólo una modesta versión de la tumba materializada en un sepulcro de pared que incluía la escultura, entre otras (la mayoría dispersas hoy día), del Moisés (hacia 1513-1515).

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Varios serán los encargos en este periodo que mantendrán a Miguel Ángel alejado de dicho proyecto funerario, entre ellos la decoración de la Capilla Sixtina, solicitada por el Papa Julio II igualmente.

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Miguel Ángel iniciará los trabajos en la bóveda de la capilla en 1508 y los finalizará en 1512 (posteriormente, en 1534, habiendo recibido el encargo de pintar la pared de la misma, ejecutará un manierista Juicio Final); a pesar de la energía que el genio derrochaba en cada uno de los proyectos que llevaba a cabo, éste en concreto puede dar buena idea de la fortaleza de su carácter, de su capacidad y de su determinación.

Decidido a realizar una decoración fabulosa capaz de asombrar a quienes la vieran y superar a pasados, presentes y futuros artistas, en primer lugar hubo de aprender la técnica del fresco, pues de esta manera decidió trabajar aún no siendo ducho en la forma de prepararla. Catorce años pasó pintando sólo, creando este ingente y complejo universo bíblico, repleto de belleza, perfección y terribilità.

Posteriormente a esta segunda etapa romana ya vista, vendría otra florentina (1513-1534), marcada por el mecenazgo de otros dos Papas, León X y Clemente VII, para quienes llevará a cabo obras como la de fachada (no construida) de la iglesia de San Lorenzo, la construcción de la escalera de la biblioteca Laurenciana (1524) o una serie de sepulcros conmemorativos de diversos miembros de la familia Médici (a la que pertenecían sendos pontífices). Destacables son las esculturas alegóricas del tiempo realizadas para acompañar las tumbas de los duques Lorenzo y Giuliano de Médici (especial atención suscita la representación del Día, con su cara desfigurada en clara alusión al sol que deslumbra la vista).

En su vejez (1546) se hará cargo de otro importante proyecto: la finalización de las obras de la basílica de San Pedro del Vaticano, cuya cúpula se convertirá posteriormente en paradigma a seguir en buena parte del mundo.

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Básicamente, Miguel ángel tomará el plan trazado por Bramante y lo mejorará visualmente mediante la supresión de las torres laterales y la modificación de perfiles, permitiendo que la cúpula se erija en eje central de la composición.

Cansado de los hombres y desencantado del mundo, estos años marcan el inicio del cambio; a partir de este momento la lozanía y fortaleza de sus composiciones deriva en un misticismo desgarrado, que sin embargo para muchos dará como resultado algunas de sus mejores obras. Es su última época en Roma, adonde llegará en el año de 1534, permaneciendo hasta su muerte.

También son los años de su platónica relación con Vittoria Coonna, cuya amistad reforzará esa tendencia a la espiritualidad apreciable en su producción última. Terribles y absolutamente precursoras son sus Deposiciones de estos años (en las mismas se puede apreciar claramente la idea repetida hasta la saciedad, aunque no por ello menos cierta, de la capacidad de Miguel Ángel de «extraer vida de la piedra»), ejemplo clásico de las cuales ha de señalarse la Piedad Rondanini.

http://www.arteespana.com/miguelangelbuonarroti.htm

11)

La Pintura Renacentista

Secularmente se ha considerado a Italia como cuna del Renacimiento. En el caso español, y valenciano en particular, podemos afirmar que Valencia fue la primera receptora de las modernas corrientes pictóricas italianas. Esta primacia se debe a la llegada a esta ciudad de pinturas procedentes de allá y al desplazamiento o intercambio de artistas entre uno y otro país.

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Museo de Bellas Artes de Valencia. Sala de pintura renacentista.

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Bernardino di Betto Bardi, Il Pinturicchio Virgen de las Fiebres. Tabla, hacia 1497.

Entre las pinturas importadas destaca, por su singular belleza, la tabla de la Virgen de las Fiebres, única obra conocida de Il Pinturicchio en España, traída por los Borja para su capilla en la Seo setabense.
Pero es a través de los viajes de artistas de donde procederán la mayor parte de las enseñanzas pictóricas del Renacimiento. Así ocurre con los pintores Francesco Pagano, Ricardo Quartararo y Pablo da San Leocadio traídos por el cardenal Rodrigo Borja para trabajar a su servicio en la Catedral de Valencia. De este San Leocadio, el Museo conserva una Virgen con el Niño y San Juanito, obra de hacia 1510 en la que se refleja una clara evocación leonardesca por la influencia en esos años de los Hernandos.

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Pablo de San Leocadio. Virgen con el Niño y san Juanito. Tabla, hacia 1510.

Sin embargo, será el efecto inverso, es decir, el viaje de artistas españoles a tierras italianas, importando el lenguaje del Renacimiento cincuecentista, el que mayor repercusión tenga en Valencia. Así sucede con los Hernandos, Hernando de los Llanos y Hernando Yánez de la Almedina, quienes tras salir del entorno de Leonardo da Vinci en Florencia asimilando su técnica, tipos y maneras, se asientan en Valencia en 1506 introduciendo importantes novedades, que revolucionarán la pintura valenciana del quinientos. El prestigioso ejercicio de su arte se pone de manifiesto en una serie de tablas, de pequeño formato, con la Aparición de Cristo resucitado a la Virgen, San Vicente Ferrer y San Antonino de Florencia, San Bernardo expectante ante La Virgen con el Niño y Santa Ana, y Ecce Homo, en las que resalta el estilo severo y monumental que sólo una madurez pictórica es capaz de conseguir; y en grandes composiciones como Resurrección de Cristo, que es toda una lección de reposada grandeza, concebida con un colorido intenso y estudio de las líneas ortogonales de distribución matemática.

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Fernando Yáñez de la Almedina. Aparición de Cristo resucitado a la Virgen. Tabla, hacia 1515.

Su maestría encontró eco en toda una serie de artistas locales seguidores de sus planteamientos estilísticos, que serán puestos de manifiesto en las obras de Miguel Esteve como San Miguel, de evidente rostro leonardesco, o la Sagrada Familia, cuya delicada escena transcurre en un depurado marco arquitectónico; Miguel del Prado en un grandioso Retablo de San Vicente Ferrer, cuyo colorido y formas son plenamente hernandianas; el Maestro de Alcira, con figuras macizas ejemplificadas en San Miguel; o Felipe Pablo de San Leocadio con San Roque y San Sebastián, que distorsiona sus cuerpos desde los supuestos del primer manierismo.

Sin título 39

Miguel Esteve. Sagrada Familia. Tabla, hacia 1515 – 1520

En la evolución de la pintura renacentista valenciana, al adoctrinamiento leonardesco, se suma ahora lo rafaelesco a través de los Macip, quienes desarrollaron un arte personal y popular, amparándose en temas de la devoción valenciana del quinientos. La personalidad más importante la ejerce el padre de la dinastía, el ya mencionado Vicente Macip, quien en su madurez alcanzó un arte de corte romano, clásico y monumental, imitando a Sebastiano del Piombo. Suyo es San Sebastián, de gran sustrato yañezco, y una Última Cena, llena de movimiento y tensión de inspiración leonardesca. Le sucedió su hijo Juan Vicente Macip, más conocido como Joan de Joanes, que si bien gozó de mayor predicamento que su padre, su arte no puede parangonarse con la originalidad de aquel, pues se limitó a divulgar el estilo paterno dulcificándolo e incorporándole sentimentales elementos devocionales, como se aprecia en la Asunción de Nuestra Señora y en las Bodas místicas del Venerable Agnesio, ejemplo del arte renacentista plenamente asimilado en una sacra conversación repleta de ensoñación y delicadeza resuelta por una triple triangulación en la que se incluye el retrato del Venerable donante. O también su Salvador Eucarístico o Ecce Homo, prototipos iconográficos basados en la idealización de la divinidad de Jesucristo. Sus modelos a su vez pasarían a su hijo Vicente Joanes, continuador de las formas familiares, manifestadas en una pequeña Santa Cena.

Sin título 40

Juan de Juanes. Bodas místicas del Venerable Agnesio. Tabla, hacia 1553 – 1558.

Próximos a la tradición juanesca son el fraile jerónimo Nicolás Borrás, con obras tan celebradas como la Sagrada Familia con Santa Ana, donde evidencia la admiración que siente por la monumentalidad de las figuras de Vicente Macip; Miguel Juan Porta, con un Éxtasis de San Francisco; Vicente Requena, el Joven, con la Virgen, Santa Ana y el Niño o los monumentales San Pablo y San Jaime. Los últimos años del siglo XVI en Valencia los protagonizó Juan Sariñena, formado en Italia en torno a 1570 – 1575, desarrollando una mayor disposición hacia la pintura naturalista, según se aprecia en su San Juan Bautista con sugestivos juegos de luz y sombra, el pormenor realista, la paleta cálida y una severidad compositiva que lo convierten en la personalidad más significativa de la transición hacia el Barroco.
También el Museo contiene obra de figuras capitales en la pintura española del siglo XVI como El Greco, cuyo estilo un tanto intemporal y absolutamente personal se pone de manifiesto en un San Juan Bautista, o como el extremeño Luis de Morales con su Calvario con donante, de gran intensidad devota. Del flamenco Roland de Mois, que trabajó en España por el mismo tiempo, se conserva un hermoso Retrato de Fernando de Aragón y Borja, V Duque de Villahermosa y de Luna.

Sin título 41Vicente Macip. San Sebastián. Tabla, hacia 1540 – 1545.

Sin título 42 Domenico Theotocopuli, El Greco San Juan Bautista. Lienzo, hacia 1600 – 1605.

Sin título 43Juan Sariñena. San Juan Bautista. Tabla, 1603.

http://www.cult.gva.es/mbav/data/es0402.htm

12)

Leonardo da Vinci

Nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina (que se casó poco después con un artesano de la región), y de Ser Piero, un rico notario florentino. Italia era entonces un mosaico de ciudades-estados como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo el poder de los príncipes o el papa. El Imperio romano de Oriente cayó en 1453 ante los turcos y apenas sobrevivía aún, muy reducido, el Sacro Imperio Romano Germánico; era una época violenta en la que, sin embargo, el esplendor de las cortes no tenía límites.

A pesar de que su padre se casó cuatro veces, sólo tuvo hijos (once en total, con los que Leonardo acabó teniendo pleitos por la herencia paterna) en sus dos últimos matrimonios, por lo que Leonardo se crió como hijo único. Su enorme curiosidad se manifestó tempranamente, dibujando animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relata cómo el genio de Leonardo, siendo aún un niño, creó un escudo de Medusa con dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó con él por sorpresa.

Sin título 44

Recreación del autorretrato de Leonardo

Consciente ya del talento de su hijo, su padre lo autorizó, cuando Leonardo cumplió los catorce años, a ingresar como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, en donde, a lo largo de los seis años que el gremio de pintores prescribía como instrucción antes de ser reconocido como artista libre, aprendió pintura, escultura, técnicas y mecánicas de la creación artística. El primer trabajo suyo del que se tiene certera noticia fue la construcción de la esfera de cobre proyectada por Brunelleschi para coronar la iglesia de Santa Maria dei Fiori. Junto al taller de Verrocchio, además, se encontraba el de Antonio Pollaiuollo, en donde Leonardo hizo sus primeros estudios de anatomía y, quizá, se inició también en el conocimiento del latín y el griego.

Juventud y descubrimientos técnicos

Era un joven agraciado y vigoroso que había heredado la fuerza física de la estirpe de su padre; es muy probable que fuera el modelo para la cabeza de San Miguel en el cuadro de Verrocchio Tobías y el ángel, de finos y bellos rasgos. Por lo demás, su gran imaginación creativa y la temprana maestría de su pincel, no tardaron en superar a las de su maestro: en el Bautismo de Cristo, por ejemplo, donde un dinámico e inspirado ángel pintado por Leonardo contrasta con la brusquedad del Bautista hecho por Verrocchio.

El joven discípulo utilizaba allí por vez primera una novedosa técnica recién llegada de los Países Bajos: la pintura al óleo, que permitía una mayor blandura en el trazo y una más profunda penetración en la tela. Además de los extraordinarios dibujos y de la participación virtuosa en otras obras de su maestro, sus grandes obras de este período son un San Jerónimo y el gran panel La adoración de los Magos (ambos inconclusos), notables por el innovador dinamismo otorgado por la maestría en los contrastes de rasgos, en la composición geométrica de la escena y en el extraordinario manejo de la técnica del claroscuro.

Florencia era entonces una de las ciudades más ricas de Europa; sus talleres de manufacturas de sedas y brocados de oriente y de lanas de occidente, y sus numerosas tejedurías la convertían en el gran centro comercial de la península itálica; allí los Médicis habían establecido una corte cuyo esplendor debía no poco a los artistas con que contaba. Pero cuando el joven Leonardo comprobó que no conseguía de Lorenzo el Magnífico más que alabanzas a sus virtudes de buen cortesano, a sus treinta años decidió buscar un horizonte más prospero.

Primer período milanés

En 1482 se presentó ante el poderoso Ludovico Sforza, el hombre fuerte de Milán por entonces, en cuya corte se quedaría diecisiete años como «pictor et ingenierius ducalis». Aunque su ocupación principal era la de ingeniero militar, sus proyectos (casi todos irrealizados) abarcaron la hidráulica, la mecánica (con innovadores sistemas de palancas para multiplicar la fuerza humana), la arquitectura, además de la pintura y la escultura. Fue su período de pleno desarrollo; siguiendo las bases matemáticas fijadas por León Bautista Alberti y Piero della Francesca, Leonardo comenzó sus apuntes para la formulación de una ciencia de la pintura, al tiempo que se ejercitaba en la ejecución y fabricación de laúdes.

Estimulado por la dramática peste que asoló Milán y cuya causa veía Leonardo en el hacinamiento y suciedad de la ciudad, proyectó espaciosas villas, hizo planos para canalizaciones de ríos e ingeniosos sistemas de defensa ante la artillería enemiga. Habiendo recibido de Ludovico el encargo de crear una monumental estatua ecuestre en honor de Francesco, el fundador de la dinastía Sforza, Leonardo trabajó durante dieciséis años en el proyecto del «gran caballo», que no se concretaría más que en una maqueta, destruida poco después durante una batalla.

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El hombre de Vitruvio, canon del cuerpo humano

Resultó sobre todo fecunda su amistad con el matemático Luca Pacioli, fraile franciscano que en 1494 publicó su tratado de la Divina proportione, ilustrada por Leonardo. Ponderando la vista como el instrumento de conocimiento más certero con que cuenta el ser humano, Leonardo sostuvo que a través de una atenta observación debían reconocerse los objetos en su forma y estructura para describirlos en la pintura de la manera más exacta. De este modo el dibujo se convertía en el instrumento fundamental de su método didáctico, al punto que podía decirse que en sus apuntes el texto estaba para explicar el dibujo, y no éste para ilustrar a aquél, por lo que Da Vinci ha sido reconocido como el creador de la moderna ilustración científica.

El ideal del saper vedere guió todos sus estudios, que en la década de 1490 comenzaron a perfilarse como una serie de tratados (inconclusos, que fueron recopilados luego en el Codex Atlanticus, así llamado por su gran tamaño). Incluye trabajos sobre pintura, arquitectura, mecánica, anatomía, geografía, botánica, hidráulica, aerodinámica, fundiendo arte y ciencia en una cosmología individual que da, además, una vía de salida para un debate estético que se encontraba anclado en un más bien estéril neoplatonismo.

Aunque Leonardo no parece que se preocupara demasiado por formar su propia escuela, en su taller milanés se creó poco a poco un grupo de fieles aprendices y alumnos: Giovanni Boltraffio, Ambrogio de Predis, Andrea Solari, su inseparable Salai, entre otros; los estudiosos no se han puesto de acuerdo aún acerca de la exacta atribución de algunas obras de este período, tales como la Madona Litta o el retrato de Lucrezia Crivelli. Contratado en 1483 por la hermandad de la Inmaculada Concepción para realizar una pintura para la iglesia de San Francisco, Leonardo emprendió la realización de lo que sería la celebérrima Virgen de las Rocas, cuyo resultado final, en dos versiones, no estaría listo a los ocho meses que marcaba el contrato, sino veinte años más tarde. La estructura triangular de la composición, la gracia de las figuras, el brillante uso del famoso sfumato para realzar el sentido visionario de la escena, convierten a ambas obras en una nueva revolución estética para sus contemporáneos.

A este mismo período pertenecen el retrato de Ginevra de Benci (1475-1478), con su innovadora relación de proximidad y distancia y la belleza expresiva de La belle Ferronière. Pero hacia 1498 Leonardo finalizaba una pintura mural, en principio un encargo modesto para el refectorio del convento dominico de Santa Maria dalle Grazie, que se convertiría en su definitiva consagración pictórica: La última cena. Necesitamos hoy un esfuerzo para comprender su esplendor original, ya que se deterioró rápidamente y fue mal restaurada muchas veces. La genial captación plástica del dramático momento en que Cristo dice a los apóstoles «uno de vosotros me traicionará» otorga a la escena una unidad psicológica y una dinámica aprehensión del momento fugaz de sorpresa de los comensales (del que sólo Judas queda excluido). El mural se convirtió no sólo en un celebrado icono cristiano, sino también en un objeto de peregrinación para artistas de todo el continente.

El regreso a Florencia

A finales de 1499 los franceses entraron en Milán; Ludovico el Moro perdió el poder. Leonardo abandonó la ciudad acompañado de Pacioli y tras una breve estancia en casa de su admiradora la marquesa Isabel de Este, en Mantua, llegó a Venecia. Acosada por los turcos, que ya dominaban la costa dálmata y amenazaban con tomar el Friuli, la Signoria contrató a Leonardo como ingeniero militar.

En pocas semanas proyectó una cantidad de artefactos cuya realización concreta no se haría sino, en muchos casos, hasta los siglos XIX o XX, desde una suerte de submarino individual, con un tubo de cuero para tomar aire destinado a unos soldados que, armados con taladro, atacarían las embarcaciones por debajo, hasta grandes piezas de artillería con proyectiles de acción retardada y barcos con doble pared para resistir las embestidas. Los costes desorbitados, la falta de tiempo y, quizá, las excesivas (para los venecianos) pretensiones de Leonardo en el reparto del botín, hicieron que las geniales ideas no pasaran de bocetos. En abril de 1500 Da Vinci entró en Florencia, tras veinte años de ausencia.

César Borgia, hijo del papa Alejandro VI, hombre ambicioso y temido, descrito por el propio Maquiavelo como «modelo insuperable» de intrigador político y déspota, dominaba Florencia y se preparaba para lanzarse a la conquista de nuevos territorios. Leonardo, nuevamente como ingeniero militar, recorrió los terrenos del norte, trazando mapas, calculando distancias precisas, proyectando puentes y nuevas armas de artillería. Pero poco después el condottiero cayó en desgracia: sus capitanes se sublevaron, su padre fue envenenado y él mismo cayó gravemente enfermo. En 1503 Leonardo volvió a la ciudad, que por entonces se encontraba en guerra con Pisa y concibió allí su genial proyecto de desviar el río Arno por detrás de la ciudad enemiga cercándola y contemplando la construcción de un canal como vía navegable que comunicase Florencia con el mar: el proyecto sólo se concretó en los extraordinarios mapas de su autor.

Pero Leonardo ya era reconocido como uno de los mayores maestros de Italia. En 1501 había causado admiración con su Santa Ana, la Virgen y el Niño; en 1503 recibió el encargo de pintar un gran mural (el doble del tamaño de La última cena) en el palacio Viejo: la nobleza florentina quería inmortalizar algunas escenas históricas de su gloria. Leonardo trabajó tres años en La batalla de Angheri, que quedaría inconclusa y sería luego desprendida por su deterioro. Importante por los bocetos y copias, éstas admirarían a Rafael e inspirarían, un siglo más tarde, una célebre de Peter Paul Rubens.

Sin título 46

Dama con armiño (1483-84)

También sólo en copias sobrevivió otra gran obra de este periodo: Leda y el cisne. Sin embargo, la cumbre de esta etapa florentina (y una de las pocas obras acabadas por Leonardo) fue el retrato de Mona Lisa. Obra famosa desde el momento de su creación, se convirtió en modelo de retrato y casi nadie escaparía a su influjo en el mundo de la pintura. La mítica Gioconda ha inspirado infinidad de libros y leyendas, y hasta una ópera; pero poco se sabe de su vida. Ni siquiera se conoce quién encargó el cuadro, que Leonardo se llevó consigo a Francia, donde lo vendió al rey Francisco I por cuatro mil piezas de oro. Perfeccionando su propio hallazgo del sfumato, llevándolo a una concreción casi milagrosa, Leonardo logró plasmar un gesto entre lo fugaz y lo perenne: la «enigmática sonrisa» de la Gioconda es uno de los capítulos más admirados, comentados e imitados de la historia del arte y su misterio sigue aún hoy fascinando. Existe la leyenda de que Leonardo promovía ese gesto en su modelo haciendo sonar laúdes mientras ella posaba; el cuadro, que ha atravesado no pocas vicisitudes, ha sido considerado como cumbre y resumen del talento y la «ciencia pictórica» de su autor.

De nuevo en Milán: de 1506 a 1513

El interés de Leonardo por los estudios científicos era cada vez más intenso: asistía a disecciones de cadáveres, sobre los que confeccionaba dibujos para describir la estructura y funcionamiento del cuerpo humano. Al mismo tiempo hacía sistemáticas observaciones del vuelo de los pájaros (sobre los que planeaba escribir un tratado), en la convicción de que también el hombre podría volar si llegaba a conocer las leyes de la resistencia del aire (algunos apuntes de este período se han visto como claros precursores del moderno helicóptero).

Absorto por estas cavilaciones e inquietudes, Leonardo no dudó en abandonar Florencia cuando en 1506 Charles d’Amboise, gobernador francés de Milán, le ofreció el cargo de arquitecto y pintor de la corte; honrado y admirado por su nuevo patrón, Da Vinci proyectó para él un castillo y ejecutó bocetos para el oratorio de Santa Maria dalla Fontana, fundado por aquél. Su estadía milanesa sólo se interrumpió en el invierno de 1507 cuando, en Florencia, colaboró con el escultor Giovanni Francesco Rustici en la ejecución de los bronces del baptisterio de la ciudad.

Quizás excesivamente avejentado para los cincuenta años que contaba entonces, su rostro fue tomado por Rafael como modelo del sublime Platón para su obra La escuela de Atenas. Leonardo, en cambio, pintaba poco dedicándose a recopilar sus escritos y a profundizar sus estudios: con la idea de tener finalizado para 1510 su tratado de anatomía trabajaba junto a Marcantonio della Torre, el más célebre anatomista de su tiempo, en la descripción de órganos y el estudio de la fisiología humana. El ideal leonardesco de la «percepción cosmológica» se manifestaba en múltiples ramas: escribía sobre matemáticas, óptica, mecánica, geología, botánica; su búsqueda tendía hacia el encuentro de leyes funciones y armonías compatibles para todas estas disciplinas, para la naturaleza como unidad. Paralelamente, a sus antiguos discípulos se sumaron algunos nuevos, entre ellos el joven noble Francesco Melzi, fiel amigo del maestro hasta su muerte. Junto a Ambrogio de Predis, Leonardo culminó en 1508 la segunda versión de La Virgen de las Rocas; poco antes, había dejado sin cumplir un encargo del rey de Francia para pintar dos madonnas.

Ultimos años: Roma y Francia

El nuevo hombre fuerte de Milán era entonces Gian Giacomo Tivulzio, quien pretendía retomar para sí el monumental proyecto del «gran caballo», convirtiéndolo en una estatua funeraria para su propia tumba en la capilla de San Nazaro Magiore; pero tampoco esta vez el monumento ecuestre pasó de los bocetos, lo que supuso para Leonardo su segunda frustración como escultor. En 1513 una nueva situación de inestabilidad política lo empujó a abandonar Milán; junto a Melzi y Salai marchó a Roma, donde se albergó en el belvedere de Giulano de Médicis, hermano del nuevo papa León X.

En el Vaticano vivió una etapa de tranquilidad, con un sueldo digno y sin grandes obligaciones: dibujó mapas, estudió antiguos monumentos romanos, proyectó una gran residencia para los Médicis en Florencia y, además, trabó una estrecha amistad con el gran arquitecto Bramante, hasta la muerte de éste en 1514. Pero en 1516, muerto su protector Giulano de Médicis, Leonardo dejó Italia definitivamente, para pasar los tres últimos años de su vida en el palacio de Cloux como «primer pintor, arquitecto y mecánico del rey».

El gran respeto que Francisco I le dispensó hizo que Leonardo pasase esta última etapa de su vida más bien como un miembro de la nobleza que como un empleado de la casa real. Fatigado y concentrado en la redacción de sus últimas páginas para su tratado sobre la pintura, pintó poco aunque todavía ejecutó extraordinarios dibujos sobre temas bíblicos y apocalípticos. Alcanzó a completar el ambiguo San Juan Bautista, un andrógino duende que desborda gracia, sensualidad y misterio; de hecho, sus discípulos lo imitarían poco después convirtiéndolo en un pagano Baco, que hoy puede verse en el Louvre de París.

A partir de 1517 su salud, hasta entonces inquebrantable, comenzó a desmejorar. Su brazo derecho quedó paralizado; pero con su incansable mano izquierda Leonardo aún hizo bocetos de proyectos urbanísticos, de drenajes de ríos y hasta decorados para las fiestas palaciegas. Su casa de Amboise se convirtió en una especie de museo, plena de papeles y apuntes conteniendo las ideas de este hombre excepcional, muchas de las cuales deberían esperar siglos para demostrar su factibilidad e incluso su necesidad; llegó incluso, en esta época, a concebir la idea de hacer casas prefabricadas. Sólo por las tres telas que eligió para que lo acompañasen en su última etapa, la Gioconda, el San Juan y Santa Ana, la Virgen y el Niño, puede decirse que Leonardo poseía entonces uno de los grandes tesoros de su tiempo.

El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux; su testamento legaba a Melzi todos sus libros, manuscritos y dibujos, que éste se encargó de retornar a Italia. Como suele suceder con los grandes genios, se han tejido en torno a su muerte algunas leyendas; una de ellas, inspirada por Vasari, pretende que Leonardo, arrepentido de no haber llevado una existencia regido por las leyes de la Iglesia, se confesó largamente y, con sus últimas fuerzas, se incorporó del lecho mortuorio para recibir antes de expirar, los sacramentos.

http://www.biografiasyvidas.com/monografia/leonardo/

Gótico

a)

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL ROMANICO Y EL GOTICO

Se ha dicho que el arte gótico resulta de la evolución del arte románico, sin embargo observamos actitudes diferentes e incluso opuestas. Si el Románico es recogimiento, oscuridad, solidez; en el gótico hay luz, color y elevación a lo divino. Este cambio de actitud es la clave fundamental para distinguir ambos períodos.

Sin título 52

1.-Tanto en el románico como en el gótico, la religión es la fuente de inspiración del arte. El monasterio, la máxima expresión de la arquitectura románica y la catedral, símbolo de la arquitectura gótica reflejan el carácter religioso de ambas épocas y por ende la fe cristiana en la época medieval.
2.- El románico es un arte eminentemente rural, se desarrolla en una sociedad conformada por guerreros, campesinos y monjes; una sociedad tripartita en remembranza de la trinidad religiosa. El gótico se desarrolla principalmente en las ciudades y está marcado por el nacimiento de una nueva clase social, la burguesía.
3.- En el románico, la arquitectura se desarrolla gracias a la labor de los monasterios, subrayándose así su carácter religioso, siendo las edificaciones civiles de poco interés. Durante la época gótica, además de la iglesia, también figuraban como clientes de las obras artísticas los nobles y la nueva clase burguesa por lo que se desarrolló una importante arquitectura civil, tales como palacios, ayuntamientos y lonjas o edificaciones mercantiles.
Viollet Le Duc señaló que el arte gótico “… era un arte esencialmente episcopal y municipal, oponiéndolo así al arte románico, que era principalmente monástico…” (Historia del Arte. Edt. Lafer, Tomo 2, pág. 190).
Aunque se construyeron algunas esplendidas catedrales románicas e igualmente se llegaron a edificar monasterios enriquecidos con iglesias y claustros en el nuevo estilo gótico, esta frase encierra una gran verdad: el carácter rural y monástico del románico y el carácter urbano del gótico.
4.- Durante el románico los conocimientos filosóficos, las técnicas de arquitectura, pintura, escultura, etc. eran de la exclusividad de los monasterios; durante el gótico todas las artes dejaron de ser monopolizadas por los talleres monásticos en beneficio de las universidades y de los profesionales laicos organizados en logias o gremios.
5.- Durante el románico, la escultura y la pintura tenían carácter eminentemente monumental, es decir se encontraban subordinadas a la arquitectura; en el gótico se suaviza esta dependencia hasta liberarse del marco arquitectónico.
6.- Concepción intemporal de la obra gótica.
Las construcciones románicas de dimensiones más reducidas y en consecuencia menos costosas, pudieron en la mayoría de los casos construirse en un lapso prudencial de años, respetándose el proyecto inicial. En cambio, en el gótico se planifican edificaciones mucho más atrevidas y costosas que requerían de mucho tiempo para finalizarse, algunas veces, varias generaciones. Los proyectos iniciales de las catedrales góticas eran con frecuencia modificados a lo largo de su ejecución, combinándose estilos diferentes.

“…Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se suceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que hacen una obra que ellos no la verán terminada, ni quizá sus hijos o nietos. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevimiento por comenzar un desafío técnico o económico (a veces por rivalidad política) que cuando se inicia no se ha planificado cómo terminar, como es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia ..” (http://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%B3tico)

7.- La luz es una de las características más emblemática del nuevo estilo Gótico a diferencia del Románico. En el primero, la luz se desarrolla como un elemento natural de la construcción, en el románico en cambio, predomina la oscuridad por la escasez de vanos o ventanas.

“…Si el Románico es recogimiento, oscuridad, predominio de masas sobre vanos, el Gótico implica todo lo contrario, luz, color, elevación, expresividad, naturalismo. El abad Suger, promotor de la construcción de Saint Denis, recoge en sus pensamientos estas ideas que reflejan a la perfección el cambio sustancial que conlleva este estilo artístico, cambio que también se produce en la sociedad y en la economía..”
( http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1360.htm )

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8.- En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles a través del averroísmo y el humanismo de San Francisco de Asís) se representan a los personajes religiosos en un plano más humano, dejándoles demostrar emociones tales como el placer, dolor, ternura, enojo, rompiéndose así el hieratismo y formalismo románico.

http://artecontacto.blogspot.com.es/2008/12/semejanzas-y-diferencias-entre-el.html

Cronología:

La arquitectura gótica es la forma artística sobre la que se formó la definición del arte Gótico, el estilo artístico comprendido entre el Románico y el Renacimiento, que se desarrolló en Europa Occidentalcristiandad latina— en la Baja Edad Media, desde finales del siglo XII hasta el siglo XV, aunque más allá de Italia las pervivencias góticas continuaron hasta los comienzos del siglo XVI.

La época en que se considera que se desarrolla el estilo románico comprende los siglos XI y XII, sin exclusión de otros siglos anteriores y posteriores, pues aunque algunos edificios del siglo X tal vez ya puedan calificarse de románicos, se erigieron otros verdaderamente tales en diversas zonas (especialmente, en Asturias y Galicia) durante la época gótica hasta casi alcanzar el Renacimiento.

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Románica                                                                                               Gótico

b)

Escuela sienesa de pintura

Escuela de Siena (Siglo XIV)

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Siena fue ciudad rival política de Florencia durante gran parte de la Edad Media. También tuvo una actividad artística más relevante que Florencia (aunque sólo hasta el XV).

Las principales características de la pintura gótica de la Escuela de Siena son:

  • Vida artística muy corta.
  • Pintura de carácter más lírico que la de Giotto y la Escuela de Florencia, que es más fuerte de expresión.
  • Tendencia a los iconos.
  • Cierta influencia de los libros iluminados.
  • Formas: en vez del dibujo racional y geométrico hay una línea de caligrafía, ligera…
  • Importancia del color azul que se hace con polvo de lapislázuli.

Los pintores más importantes de la Escuela de Siena fueron: Duccio y Simone Martini.

Las principales características de sus obras son:

  • Riqueza del color.
  • Aristocratismo.
  • Lujo
  • Belleza de las vestimentas.
  • Cuidado del dibujo, de la línea.

http://www.arteespana.com/escuelasiena.htm

Triforio:

Motivo decorativo pétreo formado por tres lóbulos que se cortan y cuyos centros se corresponden con los vértices de un triángulo equilátero.

http://www.parro.com.ar/definicion-de-trifolio

Gablete:

Coronamiento triangular del muro, entre las torres, de la fachada gótica, siglos XIII al XV. Puede aparecer asimismo coronando vanos, pilares o estribos. También llamado piñón.

Sin título 57

http://almez.pntic.mec.es/~jmac0005/Bach_Arte/Teoria/Html/vocabulario7b.htm

Rayonnant:

Gótico radiante (rayonnant en francés).En esta fase del gótico frances, la luz adquiere el total protagonismo ya que se desmaterializa el muro en detrimento de la altura para colocar vidrieras profusamente, en concreto, mediante rosetones (de aquí el nombre) o grandes vanos con tracerías caladas. La Sainte-Chapelle de París es el mejor ejemplo de esta arquitectura.

http://www.arteguias.com/arquitecturagotica.htm

Retablo:

El retablo evoluciona durante el Gótico, siglos XIII al XV, pasando de una tabla a dos, “díptico”, tres, “tríptico” o a muchas, “políptico”, siendo las tablas laterales abatibles con el fin de cerrar el conjunto. En este caso su cara exterior se pinta con tonos grises, “grisallas”, que semejan esculturas. La creación de estos retablos supuso una gran novedad; la pintura se independiza del muro y se hace más humana y anecdótica, favorece la composición e incluso la devoción popular. El retablo hasta mediados del siglo XIV consistía en unas tablas pintadas con sentido ilustrativo y descriptivo de la vida del santo titular, ocupando el centro la efigie del mismo y a su alrededor, en pequeños recuadros, escenas de su vida. Pero en la segunda mitad del s. XIV el retablo pictórico ya está formado, es rígido, con múltiples tablas, con una ordenación de base arquitectónica (gótica, renacentista o barroca, según el estilo en el que se realizara) y con una distribución iconográfica bastante uniforme. Su organización es del modo siguiente: en la predela o banco, parte inferior de menor altura, pintan bustos de santos y en el centro es frecuente la Santa Cena u otros temas del Nuevo Testamento; en el calle central está representado el tema principal de la obra; en las calles o zonas verticales se recogen las escenas secundarias o complementarias del tema central, organizadas en cuerpos o divisiones horizontales; en las entrecalles, pequeñas tablas pintadas con santos en unos retablos, y en otros finas columnas o pilares; las cumbreras o espigas son los remates superiores de las calles. En la central se pinta, casi sin excepción durante el Gótico, el Calvario, en las restantes los temas no están fijados. Ejemplo: El Retablo de la Cartuja de Miraflores de Burgos, de Gil de Siloé, finales del siglo XV.

Sin título 58

http://almez.pntic.mec.es/~jmac0005/Bach_Arte/Teoria/Html/vocabulario7b.htm

Arbotante:

La presencia de arbotantes distingue a las catedrales góticas de las románicas. Los arquitectos góticos querían más luz pero debieron encontrar un método para sostener el techo al tiempo que ponían grandes ventanas en las paredes. La solución fue construir un arco que llevaba el peso del techo fuera del edificio, por lo que sujetaban un arbotante en la parte superior de la pared donde las bóvedas de arista sostenían el peso del techo; esta columna llevaba el peso.

http://www.ehowenespanol.com/diferencias-arquitectura-romanica-gotica-info_386141/

Pintura al óleo:

El óleo es una técnica pictórica consistente en mezclar los pigmentos con un aglutinante a base de aceites, normalmente de origen vegetal. Por extensión, se denominan óleos a las pinturas ejecutadas mediante esta técnica, que admite soportes de muy variada naturaleza: metal, madera, piedra, marfil, aunque lo más habitual es que sea aplicado sobre lienzo o tabla.

Sin título 59

http://es.wikipedia.org/wiki/Pintura_al_%C3%B3leo

Lonja:

Una lonja es un edificio o recinto donde se realizan transacciones comerciales, podemos encontrarlas desde el gótico como monumentos civiles. Ejemplo: La Lonja de Valencia, de finales del siglo XV.

Sin título 60

http://almez.pntic.mec.es/~jmac0005/Bach_Arte/Teoria/Html/vocabulario7b.htm

Políptico:

Políptico es un término de la historiografía del arte para designar a una pintura dividida en múltiples secciones o paneles. El número de sus paneles determina su denominación específica: «díptico», dos paneles; «tríptico», tres paneles. Habitualmente los polípticos se construyen a partir de un «panel central» o principal al lado del que se disponen los «paneles laterales» o «alas». A veces, como en el caso de los polípticos de Gante e Isenheim, los paneles laterales pueden ser alterados en disposición para mostrar diferentes perspectivas o «aperturas» de la obra. Los polípticos fueron un tipo de obra frecuente en la Baja Edad Media y el Renacimiento. Habitualmente, aunque no necesariamente, se utilizaban como retablos.

Sin título 61

http://lexicoon.org/es/poliptico

Beau Dieu:

Sin título 62                                        Sin título 63

En la escultura gótica, hay una invasión de imágenes que se explica por la necesidad narrativa, por el apuntamiento ojival del tímpano, que ofrece mayor espacio para representar personajes y escenas, y por hacer concordar el númerode portadas con las naves transversales y longitudinales del templo, lo cual obliga a decorar habitualmente seis accesos en los brazos del transepto y tres, en la fachada de los pies.

La principal fuente de inspiración iconográfica es el Nuevo Testamento. Frente a los cuatro profetas mayores, se oponen los cuatro Evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). El Pantocrátor apocalíptico del Juicio Final, que aterrorizaba a los peregrinos del siglo XI, es suplantado por el Beau Dieu.

Este Beau Dieu es el que me dispongo a analizar.

Se trata de un relieve alto, de carácter plástico. El material utilizado para realizar la escultura es la piedra, que como hay que recordar, crea un aspecto compacto de solidez y permite una vida más duradera a la obra. El tema es claramente religioso.

El Beau Dieu es un Cristo humanizado, que apareció en 1230 en Amiens y que el historiador Pijoán alabó como la «representación más excelsa de un gentil hombre del norte de Francia, culto y civilizado». Aunque el Beau Dieu suplantara al Pantocrátor, tienen detalles en común bastante apreciables: la biblia en la mano izquierda y la mano derecha bendiciendo, son estos detalles.

Esta escultura, se trata de Le Beau Dieu ( El bello Dios), esculpido en el parteluz de la portada occidental de la Catedral de Amiens, en Francia. La fecha en la que la obra se enmarca es 1230, anteriormente nombrada.

Sin título 64

http://elmundodemarialopez.blogspot.com.es/2009/03/escultura-gotica-le-beau-dieu.html

C)

Sin título 65

D)

1-

Sin título 66

ARCO OJIVAL: El arco ojival y la bóveda de crucería, por sí solos, no representaron íntegramente lo fue la arquitectura gótica. Lo esencial del gótico, su nuevo ideal estético, expresado en la verticalidad, el impulso ascensional, el ascetismo y la sensación de esfuerzo tensional y, por ello, cuando no se sabe distinguir el románico del gótico hay que guiarse por el sentimiento que produce su contemplación.

Sin título 67

BÓVEDA DE CRUCERÍA: La bóveda de ojivas nació de la de aristas al reforzarse con nerviaciones. Al principio estas nerviaciones tenían simplemente una finalidad decorativa (semicirculares para adaptarse a a las aristas). Cuando las bóvedas se apuntaron y los nervios se constituyeron en arcos ojivales, éstos recibieron columnas preparadas para recoger su peso.

http://verdadyverdades.blogspot.com.es/2010/12/arte-gotico.html

2-

ARBOTANTES: Uso de los arbotantes. Es un elemento arquitectónico nuevo, introducido por el estilo gótico para desplazar el peso de la bóveda hasta el contrafuerte situado en el exterior. Es decir, el arbotante hace de puente entre la bóveda y el contrafuerte. Después se procedía a la colocación de los pináculos en la unión de los arbotantes con el contrafuerte, de modo que centren las cargas mediante exageración de la componente vertical. Pero no acaba aquí la funcionalidad del arbotante. Los arquitectos góticos lo emplearon también como un óptimo sistema para encauzar las aguas pluviales de la cubierta superior, mediante canalizaciones dispuestas en su interior, las cuales solían rematarse con una gárgola desde la que el agua acababa vertiendo al suelo. Frecuentemente estas gárgolas representarán figuras, ya sean reales o imaginarias, pero siempre poseerán un perfil alargado que aleje el chorro de agua de la pared del templo evitando, en lo posible, las humedades.

Se abrieron enormes ventanales y rosetones por los que penetraba la luz al interior del edificio. Los ventanales se cerraban con vistosas vidrieras de ricos colores. Las mejores vidrieras del gótico español son las de la catedral de León.

http://iesrdguezmonino.juntaextremadura.net/portfolio/arquitectura2.html

VIDRIERAS DE COLORES: La vidriera del Gótico supone la definitiva consolidación, desarrollo y expansión de este arte en toda Europa y, según muchos autores, el periodo de que mejor define la esencia del arte de la vidriera.

La vidriera se constituye en la principal forma de pintura monumental, transforma la arquitectura del momento y se convierte en el vehículo idóneo para expresar los conceptos de la mística y el simbolismo del Cristianismo de los siglos finales de la Edad Media.

http://www.arteguias.com/vidrieras-gotico.htm

3-

PINÁCULO: Cada estribo suele aparecer rematado por un pináculo que no es otra cosa que un pilar con forma piramidal que contribuye a acentuar el efecto ascendente por un lado, y por otro ejerce con su propio peso un empuje vertical sobre el contrafuerte que contrarreste el oblicuo que sobre el mismo ejercen los arbotantes, evitando con ello su desplazamiento.

http://picarrsa.wordpress.com/2010/07/07/arquitectura-gotica-caracteristicas-generales/

MUROS MÁS LIGEROS: Las construcciones ganan en altura, y, en ocasiones, en los pies de las catedrales e iglesias aparecen impresionantes torres que acaban en pináculos.

Para conseguir mayor altura, es necesario reforzar los muros. En el románico, esto se conseguía reduciendo los vanos y utilizando contrafuertes, pero, con el gótico, se trata de hacer los muros más ligeros, aumentando los vanos. Por ello, no se pueden utilizar sólo los citados contrafuertes, sino que se tienen que utilizar otros instrumentos, como los arbotantes, especie de semi-arcos que reparten las tensiones de los muros y las alejan de éstos, de forma que los muros se pueden construir más altos, y con más vanos. 

http://cienciassocialespcpi.blogspot.com.es/2011/11/caracteristicas-generales-de-la.html

E)

Románica:

Los muros eran muy gruesos.

Se utilizaba el arco de medio punto.

Había contrafuertes, que servían para repartir el peso de las paredes.

Gótica:

Las ventanas eran muy grandes y decoradas con vidrieras.

Los edificios eran altos y esbeltos.

Se utilizaba la bóveda de crucería.

Empleaban arbotantes para repartir el peso de las bóvedas y los muros.

F)

Duccio_Maestà

Artista: Duccio

Tamaño: 2,13 m x 4,0 m

Ubicación: Catedral de Siena

Período: Arte bizantino

Fecha de creación: 1308–1311

Técnica: Pintura al temple, Oro

PINTURA GÓTICA: Está considerada la obra maestra de Duccio di Buoninsegna. Está realizada en temple sobre madera. Una vez acabada la pieza fue llevada en solemene procesión a la catedral de Siena, el 7 de junio de 1311. Tenía un reverso con diferentes escenas de la vida de Jesús y de María que se han desperdigado por diferentes museos europeos, cuando en 1795 fue separado de su anverso. Pero en el frontal, que es la parte de la obra más conocida, vemos centralizados a la Virgen con el niño como «sedes sapientiae«, rodeados de una corte de veinte ángeles y de diecinueve santos. En la parte superior y a ambos lados encontramos el colegio apostólico. En la base del trono aparece una inscripción en latín que dice lo siguiente: «Santa Madre de Dios, causa de paz en Siena, seas vida para Duccio ya que así te pintó».

3)

En un edificio de gran importancia del cristianismo, la función era para dar paz a Siena y vida al pintor Duccio

4)

La Virgen tiene un gesto muy maternal, con la cabeza inclinada.

5)

JAN VAN EYCK, Roger van der Weyden, Simone Martini

http://artegotico717.blogspot.com.es/2010/10/artistas-goticos.html

G)

En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental de forma abocinada, que la románica pero se multiplican las arquivoltas y se añade una mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo. Encima de la puerta suele colocarse un elevado gablete.

Las portadas más suntuosas llevan imágenes de apóstoles y de otros santos bajo doseletes entre las columnillas (y a menudo, también otras menores entre las arquivoltas) flanqueando el ingreso el cual está dividido por un parteluz que sirve de apoyo a una estatua de la Virgen María o del titular de la iglesia.

Las iglesias del Cister y otras menores que se modela a imitación suya carecen de imaginería en la portada, la cual se compone del grande arco abocinado y decorado con simples baquetones y alguna ornamentación vegetal o geométrica. La finura en la ejecución de la obra escultórica y la multiplicación progresiva de las columnillas y molduras con el adelgazamiento de ellas, denuncian mejor que otras las señales de la época de la construcción de las portadas. Pero las del último periodo desde mediados del siglo XV se reconocen sobre todo por la multitud y pequeñez de los detalles por la arquivolta conopial, cargada de frondas retorcidas y por otros ornamentos de la época.

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Portada de la Catedral de León.                                                Portada del Sarmental (1240). Catedral de Burgos

http://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_g%C3%B3tica#Puertas

H)

Aunque la vidriera es una de las grandes aportaciones del gótico, no toda la arquitectura del período avanza en la misma dirección. Si el modelo del norte de Francia exprime todo cuanto puede la estructura para que, tras concentrar los empujes en puntos determinados, el muro restante pueda eludir su función tectónica, no hallamos una preocupación similar en el mundo italiano. El resultado de todo ello es que la vidriera tendrá un desarrollo desigual. Se confecciona por todas partes ciertamente, pero el único lugar donde supera el mero plano artístico y se funde con la arquitectura relevándola a ésta de su función de cierre, es en el norte y en todos aquellos edificios que responden a este modelo en otras zonas. No existe una fábrica parangonable a la Sainte-Chapelle de París y, en muchas ocasiones, cuando se exporta el modelo arquitectónico no siempre es seguido en todos sus aspectos. En los edificios de raíz francesa que existen en nuestra Península, sólo León ha prestado una atención similar a las vidrieras. Ni Burgos ni Toledo acusan una especial sensibilidad hacia ellas.El trabajo de los vidrieros se realizó en estrecha colaboración con los pintores. Estos últimos, como en otros campos artísticos, proporcionaron los cartones que sirvieron como base a la decoración. Estos modelos responden a la sensibilidad de cada momento. Existen, como consecuencia, grandes vidrieras dentro del estilo 1200 tanto en Francia (Saint-Denis) como en Inglaterra (Canterbury), se detectan los presupuestos del gótico lineal en la Saint-Chapelle de París y en Italia las formulaciones propias del mundo toscano.Si en un principio la labor del vidriero consistió en ensamblar cristales de colores por medio de plomo, las vidrieras acaban pintándose. Todos estos matices estilísticos que acabamos de señalar en el párrafo anterior, se manifiestan con más rotundidad cuando se incorpora a la vidriera este complemento.

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Basílica San Denis de Francia

http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/4154.htm

I)

Las ciudades compitieron entre ellas por construir la catedral más grande y la más hermosa. Para las ciudades la catedral se convirtió en una muestra de su prosperidad y además significó una prueba de la espiritualidad y religiosidad de sus habitantes. Un buen ejemplo de la competencia entre las ciudades fue el norte de Francia, lugar en el que nació el estilo gótico.

               Gótico                                                      Románico

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J)

La escultura gótica experimenta una palpable evolución a lo largo de los tres siglos que dura este estilo. Tras una etapa de transición del Románico al Gótico (a fines del siglo XII), se alcanza un periodo clásico, en el siglo XIII, caracterizado por un naturalismo idealizado y sereno. En el siglo XIV, adquieren cada vez más relevancia las imágenes de Vírgenes con Niño, que se curvan graciosamente, así como los sepulcros. Durante el siglo XV la escultura es muy realista, los rostros son auténticos retratos; hay un gusto por lo patético; proliferan los retablos de composiciones abigarradas y movidas.

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Los  Materiales empleados son  la piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, el metal.

Predomina el naturalismo, pero idealizado. Las figuras se humanizan, buscando el volumen de los cuerpos, el movimiento y la expresión de sentimientos en rostros y actitudes. La composición es clara y ordenada, organizándose las portadas en registros separados, pero evoluciona hacia una mayor confusión. El escultor gótico empieza a preocuparse por la profundidad. Todo se representa con gran detallismo.

La Temática sigue siendo fundamentalmente religiosa aunque de más clara interpretación porque el fuerte simbolismo imperante en siglos anteriores se torna  ahora narración. Se mantienen las fuentes iconográficas usadas en el Románico (la Biblia y los Evangelios apócrifos) pero aparecen otras nuevas: los temas marianos y las vidas de santos recogidas en la Leyenda Dorada. Hay también temas profanos.

Tipología: junto a la escultura monumental, se desarrollan nuevos tipos en el interior de las iglesias: retablos, sepulcros, sillerías de coro, Alcanza gran desarrollo la escultura exenta.

Escultura de bulto redondo

Dos motivos centran la atención del escultor el de la Virgen con el Niño y el de la Crucifixión. En el primero se muestra a María en su aspecto maternal no como trono de Dios sino comunicándose con su Hijo, al que mira, acaricia, con el que dialoga o juega, para lo que ha de inclinar a veces graciosamente su cuerpo, pues el Niño ha perdido ya la tradicional posición frontal en el centro de la imagen apoyándose en una pierna o sobre la cadera de su madre, Por el contrario, toda la tragedia de la religiosidad se refleja en los Cristos  crucificados,   en los que se condensa todo el sufrimiento de la Pasión.

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Los cuerpos impasibles románicos se van quebrando de dolor, para ello el doble clavo de antaño que sujetaba los pies en paralelo se reduce a uno, facilitando el movimiento de la cadera. El drama del sacrificio de la cruz se subraya con la presencia de su madre, conformando el grupo de la Piedad.

El relieve

El relieve irá ganando profundidad al  disponer los elementos en diferentes planos atendiendo a las leyes de la perspectiva. El paisaje entra a formar parte de las escenas, que se acompañan de árboles o edificios mostrando gran interés por lo que pudiera ser considerado secundario o anecdótico. Destaca:

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Portadas: En el tímpano, dividido en fajas horizontales, se sigue representando el Juicio Final y el Pantócrator o Cristo en Majestad, pero más humano que en el Románico, mostrando las llagas de las manos y rodeado de santos y ángeles que portan instrumentos de la pasión. Aparecen escenas de la vida de la Virgen, como la Asunción o la Coronación, con un sentido narrativo. En las jambas se colocan estatuas adosadas de santos y profetas y en las arquivoltas, ángeles, santos y ancianos del Apocalipsis, enmarcados en doseletes. En el parteluz suele ir la Virgen o un santo.

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Capiteles: se sustituyen los motivos figurativos por fajas de decoración continua o vegetales.

Retablos: aparecen en el gótico. Se divide verticalmente en calles – la central más ancha se llama espiga– y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por una moldura llamada guardapolvo. Combinan a veces esculturas con pinturas.

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Escultura funeraria: adquiere gran desarrollo como signo de prestigio. La tipología de los sepulcros es muy variada; adosados a la pared o exentos, generalmente se representa al difunto, muerto o vivo, yacente, orando o leyendo.

Sillería de los coros: Sobre todo en la etapa final del gótico cubrirán sus innumerables respaldos brazos y misericordias con decoración esculpida.

https://picarrsa.wordpress.com/2010/07/12/escultura-gotica-caracteristicas-generales/

La escultura gótica está caracterizada por el interés hacia la naturaleza manifestado por los artistas.

Conserva el carácter monumental y grandioso de herencia románica pero las figuras están dotadas de mayor expresividad, abandonando la deshumanización. Las imágenes se comunican entre sí expresando sentimientos, alegría, tristeza, dolor, etc., hasta llegar al patetismo en el siglo XV. Con la escultura gótica reaparece también el retrato.

Este afán por la expresividad llevará al artista gótico a interesarse por la anécdota y lo secundario, tratando en ocasiones lo satíricoe incluso lo obsceno. En la escultura gótica se observa una progresiva liberación del marco arquitectónico y un mayor naturalismo.
Existirá una escultura monumental. También adquiere gran importancia la escultura funeraria, donde el retrato tiene un mayor realismo.

Podemos hablar de varias etapas en el desarrollo escultórico del Gótico.
Durante el período protogótico destaca el conjunto del pórtico de la Gloria, en España, atribuido al maestro Mateo y el pórtico real de Chartres. Este primer periodo es de grandes composiciones , con escasos pliegues en los ropajes.
El siguiente periodo es el clásico encontramos una tendencia a la belleza ideal, a la ingenuidad y a la sencillez. Suelen ser conjuntos narrativos que ocupan principalmente las portadas. Las figuras se hacen más alargadas y aumentan las curvas, especialmente en los ropajes.

Como última etapa, nos encontramos con el periodo flamígero, que se caracteriza por la utilización de la curva y la contracurva como elemento decorativo. Con estas técnicas se consigue dar movimiento a las figuras. La figura humana se hace más naturalista, convirtiéndose los rostros en auténticos retratos. La escultura se hace totalmente exenta y se difunde la estatuaria

Escultura románica:
El Neoplatonismo defendido por San Agustín generó durante gran parte de la Edad Media la certeza de que el mundo natural es sólo una apariencia intermedia tras la que se oculta la verdadera realidad transcendente de Dios.
En este contexto, el arte debe rechazar la representación de la Naturaleza tal como se percibe por los sentidos y se exige extraer las verdades ocultas y el orden lógico que se esconden tras las formas físicas.
De esta manera, las formas que adopta el románico se basan en una idea del arte desarrollado por y para la inteligencia humana, no para sus sentidos. No pretende, como otros estilos anteriores y posteriores, copiar fielmente la naturaleza circundante, sino conceptuar la belleza de una manera abstracta y racional.
En el campo de la arquitectura, esto se traduce en el exclusivo uso de geometría euclidiana, es decir, de las figuras geométricas más simples. Es una arquitectura de «escuadra y compás» donde cuadrados, círculos, cubos y cilindros, se disponen con un sentido estricto del orden y la simetría. La belleza y armonía que transmiten no es, por tanto, el resultado accidental del artista que por intuición desarrolla unas formas bellas, sino un hecho calculado.
En el campo de la escultura, ésta se subordina a la arquitectura y sigue los mismos planteamientos de sometimiento al orden racional y la lógica. La «Ley del Marco» y la «Ley del Esquema Geométrico» enunciadas por Focillon reflejan este hecho con pleno acierto.

Asi que la diferencia es que la escultura romanica se basa en una idea del arte desarrollado por y para la inteligencia humana.
y la escultura gótica está caracterizada por el interés hacia la naturaleza manifestado por los artistas.

https://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20101017111517AAi8RKV

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K)

Una gárgola (del francés gargouille > gargouiller ‘producir un ruido semejante al de un líquido en un tubo’, latín gurgulio y griego γαργαρίζω ‘hacer gárgaras’) es la parte sobresaliente de un caño que sirve para evacuar el agua de lluvia de los tejados.

En la arquitectura de la edad media, especialmente en el arte gótico, son muy usadas en iglesias y catedrales y suelen estar adornadas mediante figuras intencionadamente grotescas que representan hombres, animales, monstruos o demonios, (ver gárgola (mitología)). Probablemente, tenían la función simbólica de proteger el templo y asustar a los pecadores. Esto se mantuvo, aunque con menor desarrollo, en la arquitectura renacentista española o incluso en algunas iglesias barrocas.

En época más reciente, el arquitecto suizo-francés Le Corbusier ha empleado también gárgolas en la capilla de Notre Dame du Haut, en Ronchamp (Francia).

Es un error extendido llamar gárgolas a cualesquier figuras grotescas o monstruosas contenidas en iglesias medievales; sólo se pueden calificar como tales las que se ajusten a la función antes especificada. Así, por ejemplo, las famosas figuras monstruosas de función puramente decorativa instaladas por Viollet-le-Duc en la catedral de Notre Dame de París deben ser denominadas quimeras, y no gárgolas.

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Gárgola con forma de gaitero. San Juan de los Reyes, Toledo.

http://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%A1rgola_%28arquitectura%29

L)

Iglesia Prioral de San Pedro

Es de estilo gótico tardío formado por una nave única de proporciones esbeltas, con seis tramos y capillas laterales entre los contrafuertes. El ábside es poligonal de siete caras y con capillas radiales, cubierto con bóveda de crucería gallonada en ocho nervios.

En los dos últimos tramos de la nave se alza el coro renacentista, sobre un arco rebajado y con una interesante balaustrada de piedra. Existen cuatro vidrieras en los muros laterales y siete en el ábside, todas ellas góticas.

La fachada principal del edificio es renacentista, dividida en dos cuerpos: el inferior se abre la puerta de acceso, con un arco de medio punto flanqueado por dos columnas jónicas sobre pedestal, con volutas laterales, dintel y frontón triangular (donde hay una hornacina con la figura de san Pedro). En el cuerpo superior se sitúa un gran rosetón, que completa la iluminación interior.

El campanario, también de estilo gótico es obra del arquitecto maestro Benet Otger de Lyon, su construcción se finalizó en el año 1566. Está situado a los pies del edificio del templo. Es una torre elevada, con siete plantas cubiertas con bóvedas de crucería, tiene una altura de 62 metros, con planta hexagonal de doce metros de ancho, dividido en seis cuerpos y coronado con contrafuertes y pináculos pequeños, se conservan en su interior cuatro campanas, repuestas después de su destrucción durante la guerra civil española.

Artículo principal: Campanario de Reus

El atrio de San Sebastián está abierto a la plaza del Castillo, es de estilo barroco. Tiene dos puertas con dintel flanqueadas por pilastras, con entablamento y frontón circular, donde se dibujan las insignias papales.

El presbiterio fue restaurado por Cèsar Martinell, cuando se colocó el baldaquino, formado por cuatro columnas de piedra artificial y la bóveda revestida de mosaico y en el interior un fresco alegórico. En la Prioral también está depositado el corazón del pintor Mariano Fortuny.

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Exterior de la Prioral.

http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_Prioral_de_San_Pedro

Tarraco:

La ciudad de Tárraco nació a partir del asentamiento militar que establecieron los hermanos Escipión, para que sus tropas pasaran el invierno. Tarragona es obra de Escipión, Scipionum Opus, como reza la inscripción de la entrad a del Museo Arqueológico de Tarragona.

En los siglos I y II el asentamiento se había convertido en una ciudad. Cuando ésta incrementó su número de habitantes, Roma decidió que debían construirse en Tárraco edificios que la identificaran como una capital de primer orden: el templo, el circo, el anfiteatro y el fórum, todos ellos rodeados por una muralla que era garante de defensa y protección.

Los romanos se toparon con el cometido de monumentalizar una ciudad con un gran desnivel entre la parte más alta y la más baja. Así pues, los arquitectos romanos aplicaron un ingenioso método a base de terrazas para resolver el problema. En la parte alta construyeron el templo dedicado al culto imperial; en la segunda terraza ubicaron el fórum provincial y en la tercera y más baja, el circo. Las tres formaban la sede del Conciclium Provinciae Hispaniae Citerioris.

La catedral

El espacio en el cual se levanta la catedral de Tarragona es el punto más elevado de la ciudad, construída sobre los cimientos del templo, dedicado a Júpiter-Ammón. También se han encontrado evidencias de la construcción de un ara dedicada al emperador Augusto, divinizado en vida.

El circo

Entre los años 89 y 96 dC, siendo Domiciano el emperador de Roma, se construyó el circo de Tárraco, situado en la segunda terraza de la ciudad. El circo medía 325 metros de largo y 115 de ancho. Aún hoy puede verse su alcance desde la cabezera hasta el edificio del ayuntamiento, trazando un recorrido en línea recta.

La gente asistía al circo para ver las carreras de cuádrigas y de bigas. Se conocen los nombres de dos aurigas que se hicieron famosos tras consiguir el éxito en el circo de Tárraco: Eutiches y Fuscus.

Las murallas de Tarragona

A pesar de no haberse encontrado ninguna evidencia arqueológica sobre las características del poblado ibérico de Tarrakon, su existencia es indiscutible por parte de los arqueólogos. La llegada de los romanos significó el nacimiento de Tárraco. El punto de arranque de la ciudad fue la muralla, que separaba el interior de la ciudad del campo abierto. La parte más antigua está fechada a finales del siglo III aC.

La muralla tiene 6 metros de altura por 4 de ancho. Está compuesta por grandes bloques de piedra de forma poligonal, llamados megalitos. A lo largo de su perímetro pueden verse distintas torres: la dedicada a la diosa Minerva, la del Seminario, la del Arzobispo y la del Fortín Negro.

Entre los años 150 y 100 aC se construyó una segunda fase de muralla para reforzar la primera. El Paseo Arqueológico es el espacio que alcanza la parte interior de la muralla y es a la vez, un museo arqueológico al aire libre.

Fórum de la Colonia

Tárraco disponía de un espacio explícito para el trato de los asuntos públicos: el Fórum de la Colonia. En este espacio se llevaban a cabo todas las acciones concernientes a la administración política y económica de la ciudad y también funcionaba como mercado público local, en el siglo I dC. De la construccion original se conserva una parte cubierta, correspondiente a la basílica.

El anfiteatro

Fuera de las murallas, los romanos construyeron el anfiteatro en el suburbio extramuros oriental, en el siglo II dC. El edificio tiene forma elíptica y mide 130 metros de este a oeste y 102 de norte a sur. La estructura de gradas está sostenida por un sistema de vueltas excavadas sobre la roca.

En la arena del anfiteatro se realizaban espectáculos de diversa categoría como luchas de gladiadores, de fieras y también sufrieron aquí su martirio el obispo Fructuoso y sus diáconos Eulogio y Augurio, según consta en las actas fechadas en el 259 dC. El martirio de estos tres santos motivó que sobre la arena del anfiteatro se levantase en el siglo VI, una iglesia visigótica en su recuerdo.

El acueducto romano, el Pont del Diable

Una ciudad como Tárraco precisaba grandes cantidades de agua potable para el consumo de sus ciudadanos, sanear la ciudad a través de una red de desagües, baños, termas y fuentes públicas. El curso de agua más cercano es el del río Francolí, de forma que construyeron un acueducto para llevar el caudal preciso hasta la ciudad.

El acueducto está construído sobre dos filas de arcos, que se extienden sobre el barranco que salva la estructura. Mide 273 metros de largo y está formado por 25 arcos en la fila superior y 11 en la inferior.

http://suite101.net/article/los-monumentos-romanos-de-tarragona-a12994#.VHbairl6_wo

Vídeo

http://www.rtve.es/television/20110802/viatge-lantiga-tarraco/451763.shtml

Parte 1

http://www.youtube.com/watch?v=WlSkex3sonY

Parte 2

http://www.youtube.com/watch?v=AOPUjLTiddI

La pintura romana:

En la pintura romana va a influir decisivamente el arte griego, ya que ya desde la época de César llegaron pinturas griegas que arrancaban de las paredes y se llevaban a Roma. Ésta es una de las razones por las que apenas se conservan pinturas murales griegas.

Al igual que otras artes, la pintura en Roma tenían una finalidad práctica: decorar las casas y palacios. La condición social del pintor era la de un artesano, aunque los que pintaban sobre tabla tenían mayor prestigio.

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La pintura mural se realizaba con la técnica del fresco, aunque también se discute que en algunas ocasiones se utilizaran técnicas mixtas. Para la pintura sobre tabla se utilizaban las técnicas al temple y a la encaústica. La gama de colores era amplia, ya que a la del mundo griego y egipcio se les suman algunos colores más. Destacan el negro, el blanco, el rojo y el amarillo, aunque a veces también se utilizaron verdes, azules y violetas. Se aplicaban mezclados con agua y a veces con cola.

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La pintura romana se clasifica en cuatro estilos a partir del siglo XIX y fueron establecido en base a las pinturas conservadas en Pompeya.

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Las pinturas de Pompeya son las mejor conservadas ya que en el año 79 d.C. una erupción del Vesubio cubrió toda la ciudad, permitiendo que se conservaran las pinturas (entre otras muchas cosas) como no se han conservado en ninguna otra ciudad. Todas las pinturas de Pompeya se encontraban en Domus.

Estilos de Incrustación

Este estilo de pintura romana se desarrolla desde mediados del s.II a.C. hasta principios del s.I a.C., todavía en época republicana.

Es así llamado porque imita la decoración de mármoles que se aplicaban en época helenística. Es un estilo muy colorista, de aspecto muy suntuoso. El muro suele estar dividido en tres: un zócalo pintado imitando granito, una zona media imitando mármol y un remate a modo de cornisa realizada en estuco.

Estilo Arquitectónico

Se desarrolla durante el s.I a.C, en la época de César. Es llamado estilo arquitectónico porque imita no sólo revestimientos sino también arquitecturas. También es llamado «Estilo de perspectiva arquitectónica» porque busca profundidad y perspectiva. Esto hace que las estancias parezcan más grandes. Se dan frecuentemente las ventanas, tras las que se puede ver edificios, y resulta más teatral, además, aparece el paisaje.

En definitiva se trata de una pintura romana que tiende a la disolución del muro. Es un estilo ya de plena creación romana.

Estilo Mixto u Ornamental

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Se dio entre el 27 a.C. hasta la mitad del s.I d.C, es decir, durante la época de Augusto y sus sucesores. Es un estilo mixto porque en cierta manera es una mezcla de los dos anteriores. Es un estilo menos real y más fantástico.

Se caracteriza por la representación de elementos ornamentales muy ligeros, apareciendo también edificios fantásticos, frisos con niños, elementos vegetales muy estilizados, figuritas de animales, de humanos también pero más pequeñas y delicadas, y pequeñas escenas mitológicas. Los colores son muy intensos.

Se dio más en Roma que en Pompeya y destacan las de la Domus Aúrea de Nerón.

Estilo Ilusionista o Escenográfico

Se trata de la pintura que se manifiesta desde la época de Nerón, en la primera mitad del siglo I, hasta el final de este siglo. Toma elementos del segundo y tercer estilo.

Es el estilo más confuso. En él aparecen también escenas mitológicas, históricas, tiene un gran recargamiento decorativo, aparecen cortinajes y telones y cobra mucho desarrollo el paisaje. También aparece en la Domus Aúrea de Nerón y en la casa de los Vetii en Pompeya.

También hay frescos llamados por Vitrubio «Megalográficos», que se dan en el s.I a.C. y parte del I d.C. Representan personajes de tamaño natural que componen escenas. Pueden aparecer aquitecturas para dar un mayor realismo. No hay muchos, pero sí de una gran calidad. Destaca «La villa de los misterios», en Pompeya, de época de Augusto.

Después del s.I d.C. la pintura se limita a grandes masas pictóricas sin delimitar, con búsqueda de efectos claroscuristas con un gran detallismo en las representaciones, pero después se da una reiteración de los estilos pompeyanos. En el s.II encontramos muchos mosaicos y revestimientos de mármol sin compartimentación. En época de Adriano se hacen muchos estucados con pinturas geométricas y vegetales y pinturas con un sentido muy pictórico, con colores más claros y sfumato.

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La pintura de caballete y los pequeños frescos también se dan. Los temas se enriquecen: historia, paisajes de distintos tipos, mitología, bodegón, vida cotidiana, animales y el retrato. El retrato se da desde el s.I a.C. pero es en el s.II cuando proliferan. Destacan los del Fayum, unos retratos funerarios en tela o en madera que están realizados con la técnica de la encáustica.

Un buen ejemplo de retrato es «El panadero y su esposa», del s. I en Pompeya.

http://www.arteespana.com/pinturaromana.htm

El retrato romano:

La gloria de la escultura romana fue, indudablemente, el retrato.

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El retrato romano tiene su origen en el arte etrusco, en el mundo griego helenístico y en las imágenes mayorum, máscaras en cera de los muertos que se guardaban en las casas para rendirles culto y sacarlas en procesiones.

Los materiales más utilizados en el retrato fueron el bronce y el mármol y la estatuas eran apolícromas, salvo en un primer momento en que los ojos se coloreaban, práctica que se abandonó para ser tallados.

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En un principio eran bustos que sólo recogían la cabeza y parte del cuello, pero que se irán alargando poco a poco llegando a representar también los hombros y el pecho.

También hubo retratos de cuerpo entero, de pie o sedentes (esto fue más frecuente en los cuerpos femeninos), y retrato ecuestre, del que debió haber varios ejemplos, pero que sólo nos ha llegado uno importante. Sólo se representaba así al emperador y es importante por la influencia que tendrá en épocas posteriores.

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El retrato más frecuente de la escultura romana es el del emperador, que constituye el modelo para el resto de retratos.

Hay tres tipos de retratos:

Retrato togatos. Se esculpe al emperador con toga y manto sobre la cabeza. Le representa como pontífice máximo.

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Retrato toracatos, que representa al emperador como cónsul o militar, por lo que aparece con coraza.

Retrato apoteósico, que representa al emperador como una persona heroizada o divinizada. Aparece con la parte superior del cuerpo desnudo, corona de laurel y algún atributo de un dios. Es la representación más rica, aunque no la más frecuente.

El retrato romano evolucionó según las distintas etapas, y para poder distinguir la época en que fue creada la escultura es necesario observar algunos pocos detalles, como los ojos, la barba y el cabello. En el retrato femenino, además, quedan patentes las modas en los peinados.

El retrato romano durante la República

En los retratos de época republicana la escultura romana aplicada al retrato es de gran realismo, con los rasgos faciales muy acentuados, que recuerdan todavía a las imágenes mayorum.

La escultura consiste en un busto corto, que sólo representa cabeza y cuello. Los hombres llevan el pelo corto.

Retrato de Patricio llevando máscaras
Aparece de pie, mostrando los retratos de sus antepasados. Son tres personajes con rasgos distintos.

Retratos de Catón y Porcia
Es un retrato doble. Pese a ser de la época de la República, el busto es largo. La mujer está más idealizada, es más joven y está peinada con raya en el medio, cayendo el pelo sin ondas a los lados. Reflejan la idea de ser un matrimonio por la actitud de sus manos.

Retrato de Pompeyo
El cabello comienza a abultarse, pero sin grandes rizos. El conservado probablemente no es el original, sino la copia de un retrato anterior. A través de su rostro se trasluce su carácter. Es un rostro menos cadavérico, con los rasgos más redondeados.

El retrato romano en época de Augusto

En esta época la escultura romana aplicada al retrato se idealiza. Los rasgos acusados se disimulan. Los retratos son más políticos que estéticos y muestran un «estado perfecto».

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El pelo sigue siendo corto, pero un poco más largo que en la República, con mechones suaves y ondulados que se van ajustando a la forma de la cabeza. Los que caen sobre la frente son similares a la cola de una golondrina. En los retratos femeninos, como el de la emperatriz Livia, se va a marcar un peinado con el pelo recogido hacia atrás y una especie de tupé (el nodus) sobre la frente.

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Retrato de Augusto Joven
Sólo se ha conservado la cabeza, pero se aprecia movimiento en el cuello, que está algo girado.

Retrato de Augusto
Es similar al anterior y sólo se conserva la cabeza. Está cubierto con el manto y mirando hacia arriba.

Retrato de «Joven de pie»
El pelo es igual y el modelado también es suave. Inclina la cabeza un poco hacia abajo y sonríe ligeramente.

Retrato togato de Augusto: La postura marca el contraposto y la cabeza está cubierta.

Retrato toracato de Augusto – Augusto de Prima Porta
Augusto se está dirigiendo al ejército, por lo que está vestido de militar y con el brazo en alto. Se esculpe con precisión el contraste entre la coraza lisa y dura y la tela blanda. La coraza está llena de relieves alusivos a la paz augústea. En la parte interior hay una figura infantil sobre un delfín, alusiva al origen divino de la familia Julia.

Retrato toracato de Calígula: Exactamente igual, pero con el brazo hacia abajo.

Retrato apoteósico de Augusto: El emperador está aquí divinizado, con la corona de laurel.

Escultura de los retratos durante la época de los Flavios s. I

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Este periodo constituye un momento de esplendor en el que se vuelve al realismo, pero distinto al de la República. Ahora se intenta personificar los rasgos pero sin acusarlos. El busto se va haciendo más largo, recogiendo hombros y pectorales. El peinado se abulta y los rizos se hacen más amplios, por tanto, se acentúan los claroscuros y hay más movimiento, que se ve reforzado porque la cabeza comienza a girar. Julia, hija de Tito, va a imponer peinados altos muy llamativos.

Retrato de Calígula
Tiene la boca cerrada, sin suavidad. El cabello sigue las pautas anteriores, aunque los mechones cada vez son más numerosos y minuciosos.

Retrato de Domiciano
Aparece sonriente y con aspecto bonachón. Gira la cabeza. El cabello es similar.

Escultura romana y el retrato de los siglos II y III

La escultura romana de este periodo tiende a un progresivo barroquismo. El pelo se esculpe más largo y separado de la cabeza, con rizos muy abultados, barba. Todo ello hace expresar un gran movimiento
Es en este momento, desde Adriano, cuando se empiezan a tallar los ojos. En algunas figuras, como Antinoo, se ve un idealismo que recuerda al mundo griego. Faustina aparece peinada con raya al medio en el que el pelo cae formando ondas muy suaves y se recoge en la nuca o sobre la cabeza formando un moño.

Retrato de Adriano
Es obra del siglo II. Los ojos están tallados y no policromados, lleva barba y el pelo está muy marcado, muy separado de la cabeza, largo y trabajado con el trépano con mucha delicadeza. En el busto lleva una medusa.

Retrato de ANTINOO
Antinoo era el preferido de Adriano que murió por el emperador. Se trata de una escultura muy idealizada, por lo que se llegó a confundir con Apolo. Lleva el pelo largo, abultado y con movimiento. Los ojos están tallados. El retrato es de cuerpo entero.

Retrato de MARCO AURELIO
Obra también del siglo II, pero algo posterior. Cumple las mismas características, con la barba larga, el pelo muy abultado y los ojos tallados. La tela también tiene importancia.

Retrato de Caracalla
Es un retrato del siglo III. Caracalla fue un emperador de carácter violento, fuerte y altanero; caracteres que quedan reflejados en su escultura. La cabeza está totalmente girada.

El retrato romano en el siglo IV

En este periodo avanzado del arte romano, los retratos se deshumanizan. Se pierde la preocupación por hacer retratos que se acerquen al hombre. Se tiende a una esquematización que aleja al emperador de la sociedad. Por tanto, su escultura se puede considerar «anti-clásica». Las facciones son desproporcionadas y con una talla muy dura. Tal evolución se aprecia perfectamente en las representaciones de Constantino, que es el emperador más representado. Este retrato tardorromano anticipa la escultura bizantina.

Retrato de Constantino
Se trata de la cabeza de una escultura de cuerpo entero que se conserva fragmentada y que tenía grandes dimensiones. Constantino aparece imberbe y tiene el pelo pegado a la cabeza, los mechones son meras líneas. Los ojos son grandes, desorbitados y desproporcionados.

http://www.arteespana.com/esculturaromana.htm

Baños públicos:

Para los romanos, bañarse no era sólo cuestión de higiene, era una de sus actividades de ocio predilectas. Las Termas de Caracalla, cuya construcción se completó en el 216 dC en honor del Emperador Caracalla, tenían capacidad para 1.600 bañistas y a menudo estaban a rebosar. El complejo termal abarcaba 11 ha., y además de los baños y zonas de ejercicios, ofrecía conciertos y disponía de librerías, tiendas y jardines. Las termas alcanzaron gran popularidad a partir del siglo II aC. Eran construidas por empresarios con afán de lucro o con los donativos de los ricos filántropos.

En un principio hombres y mujeres se bañaban juntos, pero más tarde esta práctica comenzó a escandalizar a algunos ciudadanos. El empeador Adriano, que gobernó entre el 117 y el 138 dC emitió un edicto que obligaba a separar los baños.

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Palacio de la Higiene

Los romanos que acudían a las grandes Termas de Caracalla en el siglo III dC, se sentían justificadamente orgullosos, pues estos baños figuraban entre los mayores del imperio. Dos fuentes decoraban la sala de entrada, estatuas de mármol jalonaban los impresionantes arcos. El suelo estaba formado por diferentes mosaicos y los altos techos abovedados aparecían revestidos de cobre. Había diversas piscinas con el agua a distinta temperatura. El acceso a las Termas costaba 1 quadrans, pero podía ser gratuito cuando un mecenas sufragaba la entrada por un día o incluso por un año. Las Termas eran, además, un lugar de encuentro para los negocios o la política, actividades esenciales para engrasar la maquinaria del imperio.

VESTUARIOS: En el vestuario, o apodyterium, los bañistas dejaban sus túnicas en anaqueles. Algunos se ponían una túnica corta y entraban en calor practicando un poco de ejercicio. Otros pasaban al gymnasium y otros iban directamente al caldarium o sala de agua caliente, la primera del complejo termal.

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EN FORMA: Los bañistas más activos acudían al gymnasium, donde practicaban levantamiento de pesas, lucha libre, boxeo o carreras. Otros ejercicios muy populares eran los deportes de equipo y los juegos con pelotas y aros. Las termas más grandes, como las de Caracalla, disponían a veces de una sala de columnas, dividida en diversas zonas para practicar ejercicio, pasear o descansar.

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ASEO PERSONAL: Los bañistas romanos se lavaban en el caldarium. El hombre que figura en primer plano usa un strigil, utensilio de madera, metal o hueso para eliminar el aceite de oliva de la piel. El aceite se mezclaba con la suciedad, que luego se ablandaba con el sudor producido por el vapor ambiental. Un bañista recibe un masaje y otro grupo se reúne en una piscina de agua caliente que produce vapor.

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ADIOS A LAS PRISAS: Las mujeres se relajaban en la piscina de agua templada o tepidarium, a la que acudían tras tomar un baño caliente en el caldarium. Allí se ofrecían diversos servicios: masajes, manicura o peluquería.

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BAÑO FRIO: Por último, los clientes de Caracalla se sumergían en una piscina de agua fría, con capacidad para varias docenas de personas. Estas piscinas estaban generalmente construidas a cielo abierto en el centro de los baños.

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LUGAR DE ENCUENTRO: Después del aseo personal, los romanos se reunían en el frigidarium, o sala fría, de las Termas de Caracalla. Allí se enteraban de los chismes, las intrigas políticas y los negocios. Los bañistas se entretenían con juegos de mesa y apuestas, tomaban tentempiés y se deleitaban con los juglares y otros espectáculos. El baño era un actos social, esencial pra una vida dichosa.

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DE COMPRAS: Las mujeres regatean en una de las numerosas tiendas de los baños. Los vendedores ambulantes ofrecían sus mercancías a los bañistas.

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AL FRESCO: Los clientes se rúnen junto a las fuentes, en el exterior de las Termas de Caracalla. Cuando el tiempo lo permitía, el aspecto social del baño continuaba al aire libre. Asi fue especialmente durante los siglos III y IV dC, cuando los romanos construyeron baños aún más grandes que revelaban la influencia griega en el diseño de sus jardines y columnatas.

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JUEGOS: Un grupo de hombres juegan a los dados y toman un vaso de vino. El juego era un aspecto esencial de los bañistas.

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GENTES ILUSTRADAS: Los ciudadanos leían en la excelente biblioteca de los baños. Una buena sesión termal estimulaba la mente y el cuerpo.

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CONCURSO MUSICAL: Bailarines y músicos ofrecían su espectáculo en la gran sala de conciertos de las Termas de Caracalla.

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LAS CALDERAS: Un grupo de esclavos echan leña en las calderas que proporcionan el agua caliente y la calefacción subterránea en la época más fría.

CUANDO VESTIRSE SIGNIFICABA ENVOLVERSE

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ROPA INTERIOR: En las grandes ocasiones, los hombres sacaban toga blanca.

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EMPEZANDO POR LA IZQUIERDA: Ponerse la toga era una tarea complicada. Un esclavo sostiene la prenda de algodón, de 5,5 m de largo y 2 m de ancho y la pasa sobre el hombro izquierdo de su amo. A continuación envuelve el resto de la tela.

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A LA MITAD: La prenda se envuelve alrededor de la espalda y por debajo del brazo derecho y parte del sobrante se remete bajo la túnica.

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TOQUES FINALES: El resto de la tela se coloca con cuidado sobre el hombro izquierdo y se deja caer en graciosos pliegues casi hasta los pies.

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RESULTADO: La toga presenta un elegante plisado y su portador está listo.

http://nieveazulada.blogspot.com.es/2008/01/los-romanos-y-los-baos-pblicos.html

El Coliseo:

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Inicio de la construcción: 70 d. C.

Superficie: 2ha

Inauguración: 80 d. C.

Estilo arquitectónico: Arquitectura de la Antigua Roma

Función: Anfiteatro

Arquitectos: Tito Flavio Vespasiano, Tito

Ficha técnica: Anfiteatro Flavio, también conocido como Coliseo. Construido entre el año 70 y el 80 d.C. durante la dinastía de los Flavios siendo un ejemplo de arquitectura de época Altoimperial Romana.

Análisis de la obra : La construcción del Anfiteatro Flavio se inició durante el reinado del emperador Vespasiano, con el que se inauguraba la dinastía Flavia y ponía fin a la Julio-Claudia . En un intento de congraciarse con la ciudad de Roma y enterrar los negros años del reinado de su predecesor, Nerón, Vespasiano decidió drenar el gran lago que se había construido aquel en su Domus Aurea y construir sobre el terreno secado un gran Anfiteatro digno de la principal ciudad del Imperio.

Comentario:

Si bien los romanos adoptaron muchos de los edificios creados por los griegos, el anfiteatro es una obra original romana que nace de la fusión de dos teatros y cuyo espacio estaba destinado a combates entre gladiadores o de éstos con fieras así como ejecuciones públicas, espectáculos sangrientos muy populares entre el pueblo romano.

La enorme obra del Coliseo, cuyo nombre procede de la colosal estatua de Nerón representado como Helios que estaba próxima, fue un ejemplo de la capacidad arquitectónica romana de construir enormes edificios. Construido en bloques de travertino con juntas de hormigón (opus caementicium), ladrillo y piedra de toba, el edifico presentaba unas dimensiones extraordinarias de 187 metros de largo por 155 de ancho y cuatro pisos de altura.

Su fachada, organizada en torno a pisos, articula en cada uno de ellos un orden clásico diferenciado reservando el orden toscano para el primer piso, el jónico en el segundo y el corintio en el tercero. Igual de novedoso resulta la utilización conjunta del arco de medio punto y el dintel. El cuarto piso fue una ampliación posterior de época de Domiciano y consiste en un cuerpo macizo con pilastras adosadas y mensulas cuyo objetivo era sustentar los mástiles de madera en los que se fijaba un inmenso toldo o velarium cuyo objetivo era proteger de las inclemencias del tiempo a todo el graderío.

A través de 80 arcos de medio punto denominados vomitorios se producía tanto el acceso como la salida del edificio permitiendo el desalojo del edificio, cuya capacidad alcanzaba los 50.000 espectadores, en pocos minutos. Una vez dentro observamos el uso por vez primera de la bóveda de crucería originada del cruce de dos bóvedas de cañón. El graderío se encontraba dividido en diferentes zonas cuya denominación desde la zona más próxima a la arena hasta la parte superior era inma, media y summa cavea.
Bajo la arena se construyó tambien en época de Domiciano el hipogeo, una extensa red de galerías y sistemas de grúas y poleas cuya función era agilizar el espectáculo que tenía lugar en la arena facilitando la salida de animales, gladiadores o decorados.

El Coliseo fue inaugurado durante el reinado del emperador Tito en el 80 y los espectáculos inaugurales duraron 100 días siendo sacrificados miles de animales y personas.

Conclusión: El Coliseo desde el mismo momento de su construcción se convirtió en uno de los símbolos del Imperio Romano. Estuvo en uso hasta que los espectáculos de gladiadores fueron prohibidos en el siglo V. En los siglos sucesivos el Coliseo se convirtió en cantera que proveió de materiales de construcción a los edificios de Roma hasta 1749 en que el Papa Benedicto XIV consagró el edificio a la memoria de los mártires cristianos. Su influencia arquitectónica en épocas posteriores, como el Renacimiento fue notoria. En 1980 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

http://blogarteehistoria.blogspot.com.es/2008/11/ficha-tcnica-anfiteatro-flavio-tambin.html

Arquitectura civil:

LA ARQUITECTURA CIVIL. El genio arquitectónico romano tiene su máxima expresión en las obras, espacios y monumentos públicos que, como las BASÍLICAS, TERMAS, TEATROS, ANFITEATROS, ARCOS DE TRIUNFO, etc., se agrupaban alrededor del FORO de la ciudad, constituyendo impresionantes y grandiosos conjuntos monumentales insertados dentro de la trama urbana.

http://tom-historiadelarte.blogspot.com.es/2006/11/la-arquitectura-romana-tipologas.html

Las termas romanas son recintos públicos destinados a baños típicos de la civilización romana. En las antiguas villas romanas los baños se llamaban balnea o balneum y si eran públicos thermae o therma.

Eran baños públicos con estancias reservadas para actividades gimnásticas y lúdicas. También eran consideradas lugares de reunión y a ellos acudía la gente que no podía permitirse tener uno en su casa, como los plebeyos o los esclavos. A veces los emperadores o los patricios concedían baños gratis para el resto de la población.

Los baños, tanto públicos como privados, han estado presentes en muchas de las civilizaciones a lo largo de la historia. Son numerosas las prácticas, religiosas y sociales, que desde la antigüedad se han venido teniendo como acto principal el baño, asociado este a la limpieza, tanto del cuerpo como del alma o espíritu, a la purificación.

Hoy día hay religiones que mantienen las prácticas de la purificación mediante el baño o la limpieza de una parte del cuerpo. La religión musulmana tiene una serie de ritos conocidos como abluciones, que exigen de los fieles un protocolo de limpieza concreto en ciertas circunstancias especiales. De la misma manera los creyentes hindúes tienen prácticas similares.

La función social, e incluso medicinal, de los baños y termas se ha mantenido durante toda la historia hasta nuestros días. En la civilización romana la institución de los baños, las termas, era fundamental en los servicios que los ciudadanos debían tener. Las termas públicas romanas respondían a una función social y política. Fueron lugares ideales para la conversación relajada, el recreo y la relación social, con todo lo que ello significaba. Se cuidaba el ambiente con una delicada decoración en donde no se escatimaban medios, llenando las estancias de maravillosos fresco, mosaicos y estatuas.

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http://es.wikipedia.org/wiki/Termas_romanas

Las Murallas servianas (en latín: Murus Servii Tullii) eran una barrera defensiva construida alrededor de la ciudad de Roma al principio del siglo IV a. C. Las murallas tenían una anchura de 3,6 metros y una longitud de unos 11 kilómetros, con más de una docena de puertas.

El nombre hacía honor al Rey de Roma, Servio Tulio. Aunque el trazado parece datar del siglo VI a. C., los restos actuales que se conservan datan del periodo final de la República Romana, como prevención tras el saqueo de Roma posterior a la batalla de Alia durante la primera invasión gala de la península italiana. Los galos, al parecer, tuvieron un fácil acceso a la ciudad, posiblemente porque los etruscos les obligaron a desmantelar las defensas que mantenían.

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http://es.wikipedia.org/wiki/Murallas_servianas

Vídeo de Arquitectura romana ( acueductos, puentes y calzadas)

http://www.youtube.com/watch?v=06mh3IDnILI

El Acueducto de Segovia es un acueducto romano situado en la ciudad española de Segovia. Su construcción se data a principios del siglo II d.C., en época del emperador Trajano.

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http://es.wikipedia.org/wiki/Acueducto_de_Segovia